El anuncio del aumento de las restricciones en la hostelería y locales de ocio asturiano adelantado por la Consejería de Salud esta tarde en rueda de prensa, y con total desconocimiento por parte del sector, ha hecho saltar todas las alarmas y provocado un profundo desconcierto, malestar, e incluso indignación en el sector, según algunas fuentes. En especial por lo que se refiere a la prohibición de servir en la barra, que afecta principalmente a los chigres y las sidrerías. Pero también en establecimientos dedicados a las bodas. Algunos hosteleros han creado incluso grupos de mensajería para exponer sus protestas y alguno llegó a plantear un cierre patronal.

"Nos llevan a la ruina, no habrá manera de salir de los ERTE, y lo peor es que no se ha registrado ni un solo caso en estos negocios. El que hay fue en una terraza, no en el interior, y no se sabe el foco", afirmó un hostelero resumiendo el malestar general en el sector.

El presidente del Principado, el socialista Adrián Barbón, no se ha cansado de repetir en las últimas semanas que sería contundente en la adopción de medidas para contener al covid-19. Una advertencia que se centró especialmente en los jóvenes y que supuso la prohibición expresa de los botellones. También se había dado un plazo de días a los locales de ocio nocturno para aplicar medidas restrictivas, por lo que el anuncio de que se adelantará el horario de cierre no supuso tampoco una sorpresa tras las múltiples intervenciones y multas que realizaron la Policía, la Guardia Civil y las policías locales durante el pasado fin de semana en diversas localidades.

Pero lo que nadie se esperaba era que se pretenda restringir de nuevo el consumo en la barra de los bares, fundamental en negocios como las sidrerías. La patronal de hostelería y turismo de Asturias, Otea, rechazó ayer realizar declaraciones a la espera de conocer la normativa que aprobará previsiblemente hoy el Consejo de Gobierno de Adrián Barbón. Distintas fuentes confirmaron el "cabreo" en la dirección de la organización empresarial, que no fue informada de los planes del Principado pese a que a primera hora de la tarde su presidente, José Luis Álvarez Almeida, y el vicepresidente Javier Martínez, mantuvieron una reunión con la Consejera de Presidencia, Rita Camblor, para tratar una posible reforma de la Ley de Espectáculos Públicos.

Otras fuentes consultadas aseguraron que Otea intentó contactar, entre otros, con la Viceconsejera de Turismo, Graciela Blanco, sin que obtuviera respuesta alguna. Por contra, los teléfonos en la sede de Otea y de los directivos echaron humo desde primera hora de la tarde. Todo eran protestas.

Varios hosteleros asociados coincidieron en señalar que "es como volver a la fase dos, cuando no se podía consumir en la barra. Ahora falta que nos digan que tenemos que recortar también de nuevo el número de mesas. Quieren que vengan turistas y a la vez están empeñados en cerrarnos".

Un portavoz de Otea se limitó a indicar que "la patronal adquirió unos compromisos con el Gobierno regional la semana pasada y nos estamos esforzando en cumplirlos. No ha cambiado nada del jueves a hoy para variar esos compromisos. El anuncio en la rueda de prensa ha provocado un enorme desconcierto que esperemos se aclare cuanto antes". Mientras tanto, "seguiremos con la campaña informativa a nuestros asociados".