La petición de dimisión de la consejera de Educación no viene "de todos los sindicatos", quiso aclarar ayer Adrián Barbón para proteger a Carmen Suárez de las quejas de UGT. "Era uno concreto", exactamente el de más vínculos ideológicos con el PSOE, y el presidente del Principado dijo haber recibido abundantes llamadas de afiliados a la organización sindical "discrepando abiertamente de esa petición". Dijo que no comenta demandas de dimisión -a ésta ya hubo de responder en la Junta cuando se la requirió algún grupo de la oposición-, pero sí apostilló que "espero que la petición no esté basada en discrepancias personales".

Pidió en su defensa "que seamos conscientes del momento en el que estamos". En la amplia batería de quejas contra Suárez por las condiciones de organización del próximo curso escolar, que en medios sindicales, políticos y profesionales no han sido ni mucho menos exclusivas de UGT, "he escuchado peticiones absolutamente imposibles de realizar", expuso Barbón, mencionando las unidades escolares de diez o quince alumnos.

Se defendió y protegió a su Consejera asegurando que "somos una de las pocas comunidades autónomas que va a rebajar la ratio y que va a intentar apostar por la presencialidad". La respuesta de Asturias al desafío del reinicio del curso en esta situación tan compleja "es infinitamente mejor", concluye, "mucho más propositiva y va a invertir más recursos que otras autonomías que apuestan por que unos alumnos vayan a clase los lunes, miércoles y viernes y otros los martes y los jueves".

En medio de un clima de abierta oposición sindical a la gestión de Carmen Suárez, UGT reclamó el pasado martes la dimisión de la titular de Educación tras denunciar su "soberbia" e "inoperancia en la gestión de la crisis del covid-19. La sección de educación del sindicato afirma en un comunicado que "su ineptitud para realizar su trabajo, la redundancia en el error cometido, la obstinación por saltarse las normas, la soberbia en la gestión de una crisis de salud pública que ha golpeado especialmente a la educación es ya insostenible".