"No hay ningún brote en el establecimiento", afirma tajante el dueño de la joyería que tuvo que cerrar sus puertas por una empleada contagiada, protestando por la difusión de esta "fake new" por redes sociales. Gracias a ella, le estaban llegando mensajes alarmantes desde muchas vías. "Y ya estamos bastante destrozados después de haber cerrado en marzo", relata. En la misma línea se encuentran los gimnasios ovetenses, de los que se estaba difundiendo todo tipo de información falseada, dañando a la imagen del negocio y generando el pánico social.

También se quejaron de lo mismo dos cafeterías de Avilés, La Panera y el Índalo ,a las que hace cinco días señalaron como focos epidémicos dentro de la ciudad. Y también, hace varios días se corrió el bulo de que en un establecimiento de Salinas varias chicas habían estado con contagiados en Madrid. Todo era mentira.