El presidente del Principado busca una fórmula de ajuste dentro de España para la rebaja que ha sufrido la dotación del Fondo de Transición Justa en el acuerdo del Consejo Europeo. Mientras la Eurocámara trata por su lado de engordar los 17.500 millones de euros en ayudas a territorios afectados por la reconversión energética -Asturias entre ellos-, Adrián Barbón propuso ayer en la cumbre de presidentes autonómicos de La Rioja una alternativa interna. Invitó al Gobierno central a complementar la bajada que ha experimentado el volumen de las ayudas -desde los 40.000 millones del planteamiento inicial de la Comisión- mediante "una aportación" adicional extraída de los 140.000 millones que en total recibirá España del mecanismo de compensación para afrontar la crisis de la pandemia. Así se podrían reforzar, en opinión del presidente asturiano, los recursos destinados a las regiones que parten más desvalidas frente al proceso de tránsito a la nueva economía baja en emisiones. Porque "si es esa transición uno de los ejes principales del fondo de recuperación", se justifica Barbón, "es justo" pedir que desde España se mejore la asignación del fondo verde.

Se trata de redirigir una parte de los 140.000 millones que España cobrará del fondo compensatorio europeo hacia el refuerzo de las partidas de ayuda específicas para suavizar la transición ecológica, esenciales para Asturias. De eso hablaba esta semana el presidente socialista del Principado cuando se propuso evitar por todos los medios que Asturias sea la perdedora de la transición ecológica. De eso siguió hablando ayer en el monasterio de Yuso, en San Millán de la Cogolla, al justificarse asegurando que si "uno de los objetivos del Plan de Reconstrucción es definir un modelo económico de futuro para países como España, mi propuesta encajaría perfectamente".

En el asunto espinoso y controvertido del método de reparto de los 140.000 millones, Adrián Barbón mandó por delante una exigencia de "cogobernanza". "No entendemos", advirtió, "que la gestión de los fondos sea exclusiva del Gobierno de España". Reclamando "un campo de participación de las comunidades autónomas", valoró que Pedro Sánchez haya aceptado "una conferencia sectorial" con las autonomías "para gestionar esos fondos y no perder ni un solo euro", aunque también reconoció que "no se ha avanzado mucho" en la definición del concepto exacto de gestión compartida. Los gobiernos, añadió, "hemos quedado en intercambiar posiciones".

Levantando la vista hacia el próximo periodo presupuestario de la UE, el de 2021 a 2027, y en previsión de otro posible perjuicio para la región, el Principado también defendió ayer, en sintonía con la posición de Galicia, que "una cláusula de salvaguarda" preserve a "las regiones que bajemos de categoría en la protección comunitaria", o en cuanto a la captación de fondos estructurales, para que "no perdamos financiación europea".

Barbón también celebró el inicio del trámite comunitario del ajuste en frontera, el arancel ambiental para proteger el acero producido en Asturias de la "competencia desleal" del procedente de estados con menos restricciones medioambientales. Recibió con satisfacción el anuncio de Pedro Sánchez de convocar en septiembre el Consejo de Política Fiscal y Financiera que debe definir los márgenes de deuda y déficit y el techo de gasto, información esencial para la elaboración de los presupuestos autonómicos de 2021, y planteó su propuesta de armonización fiscal para evitar la "competencia desleal" entre autonomías en materia impositiva.

El jefe del Ejecutivo autonómico asume que los planteamientos de refuerzo del sistema sanitario que se llevó al monasterio de Yuso "no generan unanimidad" entre los presidentes, pero perseveró en su petición de una reforma legal para dotar de "plena ejecutividad" al Consejo Interterritorial de Salud, de un fortalecimiento del Ministerio de Sanidad, "dotándolo de estructura logística" y de creación de una agencia nacional de salud pública.