Pese al llamamiento masivo de clientes, parece que el brote de coronavirus que empezó a propagarse por Gijón tras infectarse un empleado de La Buena Vida podría saldarse, si la tendencia se mantiene estable esta semana, sin demasiados sustos. Desde que Salud comenzó a realizar pruebas este sábado, había realizado hasta ayer más de 3.500, de momento, con 13 infectados registrados. Solo tres son empleados del negocio, según aclara el dueño, Paco García, que tiene previsto reabrir este jueves y desinfectar hoy el local. "Analizaron a 39 empleados y 36 han dado negativo dos veces. Los otros tres se quedan en aislamiento, pero podemos volver a trabajar", asegura. Ayer Salud sumó los últimos tres casos vinculados al brote.

Los tres empleados que se quedan en aislamiento son el encargado del local, que hizo saltar las alarmas tras infectarse al haber tenido contacto con dos ovetenses y una joven mierense contagiados por otros dos jóvenes de Madrid, y otros dos compañeros.

Durante este fin de semana se supo también que un buen amigo del primer infectado, un camarero de otro pub de Fomento y familiar directo de una cocinera de un merendero local, había dado positivo. Él había estado con el joven y se había aislado por su cuenta. Está leve. Ella, también en casa, ha dado finalmente negativo en la PCR, aunque según Salud, por protocolo, se le recomienda seguir la cuarentena por si surgen síntomas y procede realizarle más pruebas. Así, ambos locales pueden seguir abiertos y no necesitan avisar a su clientela. El caso de La Buena Vida provocó 4.000 formularios de solicitud de tests y otras 4.000 llamadas a la centralita del 985184949. El sábado se había citado a 1.007 usuarios y, ayer, solo a 395, así que desde hoy el autocovid de Marina Civil cerrará (siguen los de Cabueñes y Las Mestas) mientras no vuelva a ser necesario.