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Usuarios de Rodiles piden evitar aglomeraciones con más controles

"Hubo un sábado que no cabía más gente en la playa y la Policía seguía dejando pasar coches sin parar a nadie", critican

Estado del arenal de Rodiles, con bajamar, ayer, alrededor de la una y media de la tarde. PAULA FERNÁNDEZ

Los usuarios de la playa de Rodiles, una de las más concurridas en Asturias durante la temporada estival, reclaman más controles para evitar aglomeraciones. Como dato, entre el 23 de junio y el 31 de julio, hubo ocho jornadas en las que se superó -y en algunas con creces- el aforo máximo determinado por el Principado para el arenal con marea baja. Y es que el ocio al aire libre es una de las principales opciones de descanso, debido a las restricciones en materia sanitaria y al miedo de muchos a compartir espacios cerrados con extraños. Ayer, la estampa en el aparcamiento aledaño al arenal villaviciosino era similar a la de cualquier otro verano. Apenas había sitio donde dejar el coche y quienes llegaban, incluso, usaban zonas verdes o se subían a las aceras para poder disfrutar de una jornada de calor en la playa maliayesa.

José Antonio Diego Abascal, un heladero que lleva más de 40 años despachando sus productos a pie del arenal de Rodiles, reconoce la situación. "Hay gente a montones. Por semana, hay mucha más gente que otros años pero no gastan tanto dinero como antes", dice. Eso sí, también comenta que "aquí respetan las distancias porque es muy grande la playa". Dentro del arenal, Adrián García, Alba Fernández y Laura Menéndez, de Langreo, se disponían a pasar una jornada de sol y criticaban la falta de control. "No están limitando nada los aforos. Tenemos días de venir y que no haya donde aparcar. Si no hay sitio para aparcar, en la playa no cabe nadie más. Deberían controlar cuando sea la pleamar y en esos momentos que el aforo sea más pequeño, pero no lo hacen porque hubo un sábado que vinimos a las dos de la tarde y estaba lleno; era terrorífico, no cabía más gente en la playa y la Policía seguía dejando pasar coches sin parar a nadie", comenta Alba Fernández.

El problema principal de Rodiles parece ser la subida y bajada de la mar, una situación que dificulta el control de aforos. "Rodiles es una playa lo suficientemente ancha como para mantener las distancias cuando hay bajamar, pero con marea alta, se concentra la gente en un pequeño espacio", añade Adrián García. Luis Ángel Chamorro y Miguel Chamorro comentaban mientras posaban las bolsas de playa y las sombrillas que "normalmente se pueden mantener las distancias, pero hubo algún día que estaba complicado. Hay pasillos de entrada y salida delimitados. Nos vemos seguros en Rodiles, pero cuando te metes en el agua es más difícil porque estamos muy juntos".

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