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Los reyes del desierto llegan a Llanera

El núcleo zoológico de Tuernes el Pequeño incrementa su familia con una pareja de dromedarios que ya espera una cría que será asturiana

"Pocholo", el búfalo de agua del núcleo zoológico de Tuernes el Pequeño, recibe los mimos de su dueño. ANA PAZ PAREDES

Dice Luis Miguel Álvarez que su ilusión desde que era un crío era tener una pareja de dromedarios. Y, a poco que se conozca a Luismi, como todos le llaman, ya se sabe que más tarde o más temprano lo consigue. Después de diez años de comenzar una colección privada de animales herbívoros -una gran parte de ellos no vistos nunca en Asturias- en terrenos de una finca familiar en Tuernes el Pequeño (Llanera), a día de hoy ha logrado convertirla en un centro visitado mayormente por niños o grupos familiares, algo que le produce una gran satisfacción. Todo lo ha hecho posible junto a su socio Maximiliano Huete, quien, como él, es un gran amante de los animales.

"Al principio empezamos esta aventura para nosotros, pero enseguida, y dado el gran número de animales que tenemos aquí, lo abrimos al público. Viene mucha gente de todas las edades, pero los que más disfrutan son los niños. Incluso vienen colegios, pero con lo del covid hubo que suspenderlo", matiza. Y al rato añade: "Yo no cobro nada, aquí se da, si se quiere, la voluntad, y ese dinero se destina a comprar comida para los animales".

Hay unas 16 especies de animales. Entre los que más llaman la atención están las alpacas o los emús, sin olvidar sus vacas watusi, que son espectaculares, ni tampoco a "Pocholo", un búfalo de agua que, como él dice, es "su niño mimado", un puesto que no cree que sea desbancado por "Sultán" y "Faraona", la pareja de dromedarios que llegó hace apenas unos días a su finca y que, de momento, no salen mucho al exterior para que vayan lentamente aclimatándose.

Las ocas y los patos se dejan ver por el recinto, donde el espacio, amplio y bien cuidado, también está habitado por cabras y ovejas enanas, cerdos vietnamitas, pavos reales, burros y ponis. "Fue un camino duro hasta llegar hasta aquí porque la burocracia es mucha y todo el papeleo es muy lento, pero al final lo vamos logrando", afirma Luismi Álvarez con satisfacción. Una satisfacción aún mayor con la llegada de estos últimos animales, que constituían un sueño que ha conseguido hacer realidad.

"Van aclimatándose poco a poco porque ahora se asustan de todo, pero no creo que tarden mucho. Les encanta todo lo que tenga pinchos: cotolles, escayos... Es decir, que aquí van bien servidos. No creo que a los dromedarios les cueste adaptarse, yo creo que me va a costar a mí más adaptarme a ellos, porque tienen su carácter. Pero como viven unos 40 años y 'Sultán' tiene 6, yo creo que terminaremos entendiéndonos en los 36 que nos restan", afirma con una sonrisa al tiempo que anuncia que para abril de 2021 habrá un dromedario más en el núcleo zoológico, nacido de esta pareja traída de Alcoy.

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