La Denominación de Origen Protegida (DOP) Sidra de Asturias pone el ojo en invertir en innovación (I+D) como base sólida hacia el futuro. La crisis sanitaria actual, que afectó también al sector sidrero, hizo que desde el Consejo Regulador de la DOP pensasen en cómo encarar el futuro. La investigación para profesionalizar aún más el sector, será crucial. "Es el momento de dar un salto al I+D y apostar por la formación de jóvenes profesionales", comentó Tino Cortina, presidente del Consejo Regulador, ayer, en Villaviciosa, durante la entrega de los premios a las mejores sidras de Asturias y a la mejor cosechera del año.

El acto, marcado por la crisis sanitaria mundial, fue una muestra de la fortaleza de la sidra con denominación. Así las cosas, hay 33 lagareros inscritos en la DOP, 353 cosecheros y 950 hectáreas plantadas con manzanos con fruta de denominación de origen asturiana. No obstante, el confinamiento supuso un parón para muchas de estas actividades, que actualmente están viendo cómo la población apuesta de nuevo por el consumo de productos con DOP.

Cortina aludió al "confinamiento" de tradiciones tan típicas como el compartir vaso o el disfrutar de una romería, unas situaciones que a día de hoy resultan inviables. No obstante, el presidente del Consejo Regulador dice que hace presagiar "una campaña de manzana 2020 donde se mayará toda la manzana de DOP. Se batirán récords de demanda y de precio".

A la hora de entrega de los galardones, María del Pilar Coque Suárez fue la primera en recibir los máximos honores como mejor cosechera del año. "Es un gran honor y un privilegio recibir este premio, tanto para mí como para todos los cosecheros que trabajan duro día a día para conseguir una manzana de gran calidad", comentó. También aludió a la situación del sector en estos tiempos de pandemia mundial. "Este año es complejo por el tiempo, por la situación en la que estamos y por la perspectiva de que va a haber menos manzana. Están estudiando controlar la vecería con podas adecuadas, con productos, pero lleva mucho tiempo de estudio y de trabajo. A veces, las condiciones ambientales no son buenas. No se puede controlar muy bien la floración, que es lo más importante", añade.

Tano Collada Salvador recogió el premio a la mejor sidra natural filtrada, que recayó en Pomarina de Valle, de Ballina y Fernández. "Recibir un premio siempre indica que hiciste las cosas bien durante el año. Es un orgullo hacer las cosas bien y que te lo valoren", comenta. El producto, sidra natural filtrada, forma parte de una diversificación de la sidra tradicional asturiana. En su caso, la bebida se sirve en copa, como si fuera un vino blanco. "Da el servicio tipo de un vino blanco para sitios donde no se pueda escanciar, pero con sidra. Tiene mayores beneficios para la salud", añade. En cuanto a las perspectivas de futuro, comenta que los lagareros dicen que se está vendiendo "más ahora que el año pasado, a pesar de que estuvieron dos meses parados, así que soy optimista".

Alberto Fernández Fanjul, de Solaya, de Sidra Quelo, recogió el precio a la mejor sidra natural espumosa. "Es un orgullo grande competir con gente mayor que nosotros", dijo sobre el premio. En cuanto a las fórmulas para desestacionalizar el consumo de sidra espumosa durante todo el año en vez de limitarse a determinados eventos, comenta que hay que intentar que sea "un maridaje, que la gente la asocie a la comida o como vermú. Son productos fáciles de beber, frescos, no empalagan, tienen unos niveles de azúcar bajos? Nosotros, al tener hostelería, tenemos un escaparate para ella en eventos pero la sidra espumosa se podría comer con la mayoría de comidas que se comen con vinos blancos o cavas, pero con una graduación más baja".

El alcalde de Villaviciosa, Alejandro Vega, entregó el premio a la mejor sidra Natural de Asturias que, precisamente, recayó en Val de Boides, del Llagar Castañón de Quintueles. Vega agradeció que el Consejo Regulador eligiera Villaviciosa como lugar donde celebrar el acto oficial y ensalzó que entre los premiados hubiese lagares del concejo. Julián Castañón ensalzó que "ganar el galardón a la Mejor Sidra de Asturias es un honor. Cualquier premio tiene un plus en ventas y siempre da prestigio, pero el orgullo es muy bueno". El lagarero destaca que este año hay "más gente que otros", pero "cuando pase el boom del verano habrá un nuevo bajón en ventas. Hay que aprovechar todo lo que se pueda".