Los voluntarios del equipo de atención psicosocial (EAPS) del "Programa para la atención integral a personas con enfermedades avanzadas" de la Fundación La Caixa han tenido que replantearse la manera de trabajar por la pandemia. "La situación ha sido excepcional y el contexto hospitalario se ha visto completamente saturado. Eso hizo que nuestra ayuda tuviera todavía más peso" explica María Jiménez, psicóloga voluntaria del EAPS, que, junto a Rocío García (coordinadora), Lucía Sáenz de Santamaría, Margarita García y Ana Rodríguez forman el equipo de EAPS del Principado.

El trabajo que este equipo desempeña en hospitales y residencias se basa en proporcionar un modelo de atención psicosocial para mejorar los cuidados paliativos a los pacientes, con el fin de ayudarlos a ellos y a sus familiares. Además, ofrecen soporte a profesionales sanitarios. Las primeras semanas de pandemia, EAPS actuaba por teléfono o videoconferencia. Después empezaron a trabajar de nuevo en el hospital. "Como las familias no pueden acudir a apoyar a los enfermos, mantenemos contacto telefónico con ellos", aclara la psicóloga. EAPS lleva ayudando en hospitales más de diez años. Recientemente, se les tributó un homenaje. "Nos sentimos muy valoradas. A estas alturas, cuando parece que no hay nada por hacer, todavía hay mucho, y eso las familias lo valoran sobremanera", sostiene.

Jiménez expone que el trabajo que realizan es muy duro. Las personas de su entorno "se llevan las manos a la cabeza cuando les cuento anécdotas o historias. Me preguntan cómo puedo hacer esto, porque a la gente le suele llamar mucho la atención que lo haga voluntariamente. Hay escenas durísimas e historias que te llegan al corazón y te acompañarán siempre, pero precisamente por eso es tan gratificante", señala.