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"Parecemos apestados", lamentan los fumadores

Los consumidores de tabaco buscan lugares apartados en las playas "para no molestar" y asumen la medida de Sanidad: "Es normal"

Por la izquierda, Ana Estrella, Beatriz López y Estefanía Mayordomo, ayer, en la playa de La Isla, en el concejo de Colunga. JUAN PLAZA

A veces se sienten "un poco delincuentes", "como si moviéramos droga o estuviéramos haciendo algo ilegal", señalan. Como si fumar fuera, de pronto, un hábito a exterminar. "Parecemos apestadas", se quejaban ayer en la playa de La Isla tres amigas de Gijón, Beatriz López, Estefanía Mayordomo y Ana Estrella, mientras apuraban sus cigarrillos en el arenal de Colunga.

Ser fumador está empezando a ser "un drama". Pero las gijonesas se resignan: si Sanidad lo dice, "habrá que cumplirlo". López cree que prohibir que se fume a menos de dos metros de otras personas es "normal". Y al final, "nos acostumbraremos, como cuando se prohibió fumar en los bares".

"Procuramos ponernos lejos de la gente, guardar la distancia y evitar que el humo moleste", explica Estrella, sentada en su silla de playa fumando. Junto a ella, Mayordomo asumía que la medida es "perfectamente asumible y entendible, porque puede haber partículas de saliva" en el humo. Lo de dejar de fumar no lo contemplan, por el momento. Tampoco Aitana González que, junto a su familia, fumaba un pitillo bajo una sombrilla. "Yo soy fumadora social, no tengo pensado dejarlo, lo único que hago es procurar estar lejos de la gente y no molestar a nadie", apunta.

Pero surgen dudas. "Si llega uno después y se me pone al lado, ¿tengo que moverme yo o puedo seguir fumando? Ahí va a haber un poco de problema", indica la lavianesa María José Puerta, que pasó en la playa de Aguilar (Muros de Nalón) la primera jornada de aplicación de la normativa antitabaco, en la que observa "vacíos".

"No me miró nadie, estaba en la toalla en un recuadro con distancia del resto de grupos que teníamos alrededor y, lo único, con los amigos que están al lado", comenta el praviano Nacho Álvarez. La mayoría de los fumadores escogió sitios alejados. Así lo hicieron las turistas Olga Fernández-Villa, de Bilbao, y su amiga Natalia Pastor, de Burgos. "Procuras estar bastante alejado, ya no por el tabaco, sino por el covid porque hay mucha gente y tienes que intentar estar aislado", comenta Fernández-Villa.

El turista de Toledo Ramón Simón, fumador, hizo unas rayas con el pie para marcar las distancias. "La verdad, me sentí muy cómodo, ni nos miraron ni nada", apunta.

Lo que no tienen muy claro aún algunos de los afectados son los detalles de la normativa en su aplicación real. Así lo observó una turista de La Rioja, María Muñiz, quien la juzga ambigua. "No se sabe bien cómo hacer, cómo actuar si viene alguien", dice. "Estuvimos fumando sin problema y sin darnos ni cuenta porque ya mantienes las distancias", añade su amigo, Carlos Bandero.

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