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Los aprobados de ESO y selectividad reducen la demanda en FP, aún con la matrícula sin cerrar

La Formación Profesional registra 733 solicitudes menos, con una bajada más acusada en los grados medios, aunque sus cifras no son definitivas

Los aprobados de ESO y selectividad reducen la demanda en FP, aún con la matrícula sin cerrar

Las repercusiones de un curso peculiar, con su inflación de aprobados en Secundaria y Bachillerato, y con la selectividad más accesible que se recuerda, pueden llevar a pensar en un efecto reductor sobre la demanda de plazas en la Formación Profesional. De momento, aunque los datos no son todavía definitivos, está pasando, y el interés por la FP ha experimentado este verano un descenso respecto al año pasado que sin embargo todavía no permite un juicio definitivo, porque el proceso no ha terminado y la fotografía no será completa hasta que no se cierren los plazos de matriculación. Con esas precauciones, hasta esta semana se habían tramitado 7.753 solicitudes que rebajan en 733 las del curso pasado, para una reducción relativa global del 8,6 por ciento.

El desglose del recuento subdivide la cifra total en 3.117 matrículas de FP de grado medio y 4.636 del superior y detecta un descenso levemente más acusado en aquéllas. Hasta ahora, han llegado 353 alumnos menos a los ciclos formativos del grado medio, un 10,12 por ciento de retroceso, y la diferencia es de 380 y de un 7,5 por ciento en los del superior. La explicación, en este curso escolar anómalo y diferente, tiende a interpretar la rebaja del interés por la FP como un efecto de la notable mejoría registrada en los resultados académicos del último curso de la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO), que podrían haber disuadido a muchos estudiantes de enfocar su trayectoria académica a la FP ante la perspectiva de continuidad hacia el Bachillerato. Del mismo modo, la teoría diría que la EBAU más accesible que se recuerda, con más alumnos y más aprobados que nunca, podría estar detrás del incremento de los alumnos que se deciden a probar en la Universidad y en consecuencia de la reducción en la demanda de ciclos formativos de grado superior.

Pero todas estas hipótesis proceden de momento de una primera impresión muy sujeta a cambios, de la observación de unas cifras preliminares que aún conviene tomarse con todas las reservas hasta que concluyan los plazos de matrícula, abiertos aún en algunas de las modalidades hasta las vísperas del inicio del curso, programado para el 18 de septiembre. Será entonces el momento de efectuar una evaluación completa sobre la repercusión que este curso anómalo habrá tenido sobre la respuesta del alumnado de la FP, una especialidad formativa tan en alza en Asturias que el curso pasado batió su propio récord de matrículas, contradiciendo con su incremento la rebaja registrada en otros ciclos, sobre todo en Infantil y Primaria.

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