"Tuve días mejores". Así de lacónico se mostraba ayer Jesús Kocina Palacio (Gijón, 1960), presidente del Club Hípico Astur (Chas), tras haberse visto obligado a suspender la última prueba del Gijón Horse Jumping prevista para este fin de semana. Un contratiempo causado por los ocho positivos por coronavirus entre familiares y acompañantes de los jinetes participantes en la prueba de los días 14, 15 y16 de agosto.
- ¿Cómo se enteraron de los positivos?
-Todo iba muy bien, sin problemas, hasta la semana pasada, antes del concurso de 4 estrellas: me entró una llamada de un jinete diciendo que su hijo, que ya estaba en Madrid pero que había estado aquí unos días, aunque no había competido, había dado positivo. Lo primero fue sorprenderme, y lo segundo ponerme en contacto con el Ayuntamiento y las autoridades locales. Cuando nos enteramos de que su pareja también dio positivo empezamos a alarmarnos. Nunca ocultamos nada. A partir de ahí extremamos aun más las medidas, que ya eran las máximas. Siempre se cumplió todo a rajatabla: todo el mundo estaba acreditado y al público se le pedían datos para mantenerlos controlados si pasaba algo. Incluso pedimos a la Policía que controlase el uso de las mascarillas. Una vez que nos avisaron de un posible tercer caso, también de ese grupo, nos empezamos a preocupar más aún.
- ¿Cómo se dieron esos contagios?
-En la noche de Begoña yo eché a ese grupo de adolescentes porque estaban haciendo botellón en las instalaciones del Chas. Al día siguiente, salieron por Gijón, por la zona de Somió. Y también estuvieron en un piso de un amigo de la ciudad. Tampoco vamos a demonizar a los adolescentes, son jóvenes e hicieron sus fiestas, pero en los tiempos que corren son acciones que son peligrosas.
- Pero no hay ningún positivo confirmado en Asturias por ese rebrote.
-No. La mayoría de casos estaban en el País Vasco, Galicia y Madrid. No obstante, hablamos con Sanidad el sábado y nos dijeron que terminásemos el evento que estaba en marcha. Ayer a primera hora nos reunimos con ellos y, aunque no nos obligaron, nos sugieren que suspendamos la competición. Lógicamente, en cuanto nos lo dijeron, no perdimos ni un minuto.
- ¿Qué parte de culpa tiene la organización del evento?
-No se puede culpar a nadie del Chas porque los contagios ni siquiera se produjeron dentro de las instalaciones, sino en esas fiestas, aunque sí con gente relacionada con el evento. El primer caso vino de Madrid y ahora mismo no hay ningún afectado en Gijón ni en Asturias. Lo que no sabemos es qué ramificaciones puede tener aquí. Además, todos eran asintomáticos.
- ¿Cómo actuaron?
-Nosotros no podemos hacer nada, es una cosa de Sanidad. Ellos pusieron a un rastreador en el caso, que llamó a los contactos que había determinado el primer infectado en una lista y confinaron a todos los posibles contagiados. Ellos toman las decisiones y las órdenes. La gente que estaba participando lo sabía y mucha gente se hizo test privados porque creció la incertidumbre. Nosotros no pudimos hacer más que los controles que llevamos a cabo. Todo estaba relacionado con el evento nocturno: ni con el área deportiva ni con el público. No se puede controlar a toda la gente que pudo acudir de forma indirecta.
- ¿Se arrepiente de haber celebrado el concurso?
-Gijón necesitaba actividad. No hay más que preguntar a hosteleros y hoteleros lo que supuso económicamente este concurso, con mucha gente durante mucho tiempo aquí. También podemos no hacer nada, no arriesgarnos y morir de hambre. Es una situación complicada y con una solución muy compleja.
- ¿Da por perdido el año de competiciones?
-Sí. Propusimos la realización de tests rápidos a todos los participantes en el evento del próximo fin de semana para poder seguir adelante, pero nadie era partidario de ello, nosotros tampoco. Del mismo modo, suspendemos el campeonato nacional de Ancades que teníamos en septiembre. Sanidad nos dejó claro que no es partidaria de hacer ningún evento en el que venga gente de fuera de Asturias. Y así se lo comunicó también al Ayuntamiento.
- ¿Qué pérdidas económicas estiman?
-Solo en matrículas eran 130.000 euros. Además, hay que devolver a esos países a toda la gente, con las dificultades que eso conlleva. También devolver las mesas vendidas o los patrocinios. Daños va a haber, pero el Chas no los va a sufrir, porque hay una junta gestora, una sociedad limitada que es la que pone el dinero y se lo juega. El club está indemne, pero se beneficia de los eventos y el crecimiento que supone. También se hizo un desembolso de medio millón de euros en instalaciones, pero eso no se pierde, sino que queda para el próximo año.
- ¿Qué balance deportivo hace?
-El evento Gijón Horse Jumping eran seis concursos y pudimos hacer cinco. Tras el esfuerzo que se hizo en instalaciones, fue un éxito de participación y de calidad, pero un hecho final emborrona todo lo anterior. Tenemos que asumirlo, aunque nos dé rabia. Ahora hay dos instalaciones juntas que son complementarias y que pueden aportar mucho a Gijón: El Chas y Las Mestas. El Gijón Horse Jumping ha venido para quedarse, y el colofón puede ser Las Mestas. Sería un verano en el que el hípico aportaría mucho a la ciudad.
