"Si el Principado ha aplicado en una parte de su territorio lo que en su terminología es una alerta naranja, bien hecho está". El ministro de Sanidad, Salvador Illa, respaldó ayer con esas palabras la decisión del Gobierno asturiano de intensificar las medidas de prevención en cinco concejos del oriente de Asturias para evitar el riesgo de una transmisión comunitaria que pueda poner en riesgo la vuelta a las aulas y la reanudación de la actividad tras el paréntesis de las vacaciones de verano.

Salvador Illa indicó que el objetivo en el actual escenario, de aumento de contagios y brotes, pasa por lo que definió como "cuarentenar" a las personas contagiadas "para cortar las cadenas de transmisión", tal y como está previsto en el real decreto y en la declaración de respuesta temprana al covid-19.

"Esto es lo que hay que hacer, actuar quirúrgicamente en función de la realidad epidemiológica. Y se está haciendo bien, por cierto, de manera general por las comunidades autónomas", valoró el ministro de Sanidad, al término del Consejo Interterritorial que aprobó el protocolo para el inicio del curso 2020-21. Illa relacionó la alerta naranja decretada por el Gobierno del Principado en Llanes, Cabrales, Cangas de Onís, Parres y Ribadesella con las restricciones puestas en marcha "por la Xunta de Galicia en el área sanitaria de La Coruña o anteriormente en la Mariña lucense, o en las decididas por la Generalitat catalana en el área metropolitana de Barcelona; antes por Murcia en Totana o los confinamientos en pueblos de Castilla y León o Castilla-La Mancha".

El Ministro indicó que cada comunidad autónoma tiene "una situación epidemiológica determinada", aunque reconoció que "en todas se está registrando un incremento, pero no es lo mismo en Canarias que en Asturias, en la Comunidad de Madrid o en la de Aragón". Illa certificó el "aval" del Gobierno central a "las decisiones no solo de Asturias, sino del conjunto de las comunidades autónomas, tomadas en base al plan de respuesta temprana y el real decreto ley, que tiene en su fundamento la detección precoz y la vigilancia y seguimiento de casos".

El titular de Sanidad destacó el buen resultado de las medidas del Gobierno aragonés, ya que ha conseguido controlar el incremento de contagios registrados semanas atrás, aunque quiso también ser prudente: "Todavía no podemos cantar victoria".