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El virus, peligroso para los niños: infectó a 56 desde el 1 de julio, una media de uno al día

Los pediatras explican que el patógeno suele presentarse sin síntomas a partir de los 6 años, cuando el sistema inmune está más reforzado

El virus, peligroso para los niños: infectó a 56 desde el 1 de julio, una media de uno al día Europa Press

Un niño infectado cada día por término medio. Los últimos datos epidemiológicos de Salud, que notifican un total de 56 positivos por coronavirus en edad pediátrica (menores de 14 años) desde el día 1 de julio, demuestran el drástico cambio en la edad media de los enfermos en la región. En la primera oleada superaba los 60 años y ahora, se queda en 39. El giro se achaca en buena parte a haberse ampliado la cobertura de pruebas diagnósticas a pacientes sin síntomas, pero los pediatras ya vaticinan dos problemas que este cambio supondrá para el sector sanitario a lo largo del otoño: lo complejo de detectar casos sospechosos cuando comience la época de resfriados y la incertidumbre de cuál es la evolución del virus en los más pequeños, los menores de un año, que todavía no han desarrollado su sistema inmune.

Los expertos aún no se atreven a hacer un balance serio de estos últimos rebrotes porque creen que la situación todavía está en plena fase de cambio. De los 719 positivos registrados desde julio, 624 se notificaron a lo largo de agosto. De esos 719 eran menores de edad 81, y otros 80 tenían entre 18 y 24 años. El dato más preocupante, sin embargo, es que 9 tenían menos de un año. "En general no parece que el virus afecte de forma grave a los niños, pero por debajo de los 12 meses lo más probable es que acabe interviniendo el hospital. A esa edad el sistema inmune no está desarrollado y pueden acabar ingresados hasta por una gripe", concretan pediatras de Atención Primaria.

Ellos marcan, a grandes rasgos, tres "etapas" de inmunidad -ante el covid-19 y cualquier otra infección- para la población pediátrica. La primera, y la más delicada, es la de los recién nacidos, que son los más débiles para defenderse de cualquier patógeno. La segunda, que abarcaría desde los doce meses y hasta los seis años, es una fase intermedia con evolución dudosa. "Su sistema inmune ya está algo más fuerte, pero también están mucho más expuestos. Es la edad típica de llevárselo todo a la boca. Eso está bien, porque según se van enfrentando a cosas el sistema las va reconociendo y para la próxima sabe defenderse, pero tiene sus riesgos", concretan las mismas fuentes. La tercera fase, a partir de los siete años, es la más benévola y el virus suele presentarse sin síntomas, pero "probablemente dará lugar a algún problema en la vuelta a clase" porque buena parte de los pequeños, de estar infectados, no mostrarán una sintomatología clara.

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