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El más difícil todavía de los Pou en los Picos

"El Urriellu es la montaña de nuestro corazón, volveremos", indican los alaveses, que estos días abren una ruta extrema en la Torre Santa

Kiko Cerdá iniciando la apertura.

Los hermanos Pou, Eneko e Iker, intentan el más difícil todavía. Pretenden abrir una ruta extrema, de máxima dificultad, en la imponente cara sur de una de las cumbres más emblemáticas de los Picos de Europa, la Torre Santa, montaña a la que también se la conoce como Peña Santa de Castilla. Es una aventura de altura, porque la cara sur de esa montaña leonesa presenta una de las paredes más altas e impresionantes de España: 600 metros, con gran parte del itinerario extraplomado; esto es, con una inclinación superior a los noventa grados.

Los escaladores vitorianos ya habían prometido, vista la situación excepcional provocada por la crisis del covid, que este año se quedarían "en casa" para no forzar la situación viajando por el mundo en mitad de la pandemia y para "impulsar la economía local, muy necesitada de ayuda". Y los Picos de Europa, donde han protagonizado auténticas gestas, son para ellos su "segunda casa". En esta línea, han decidido dejar momentáneamente a un lado el Urriellu, porque saben que allí este verano hay "mucha gente", y han elegido la Torre Santa, de 2.596 metros de altitud, techo del macizo occidental de la Cordillera. Pretenden alcanzar la cima "en escalada libre y entrando desde abajo", siendo así "fieles a la historia del alpinismo".

El objetivo de los Pou es acometer esa espectacular vía de una manera directa por su parte más vertical (como se ha dicho gran parte del itinerario es extraplomado). Un objetivo al que se ha unido Kiko Cerdá, escalador argentino residente en Asturias. Una vez más, los alaveses han decidido "reinventarse" en los Picos de Europa, como ya han hecho en varias ocasiones en el Picu Urriellu, que es "la pared por excelencia y la montaña de nuestro corazón, y a la que seguro que volveremos", señaló Eneko Pou.

La Torre Santa, en todo caso, estaba en sus planes desde que Eneko la escaló por la vía sur directa hace seis años. "Me fijé en la pared y me pareció superinteresante", indicó el mayor de los Pou, que añadió que la Torre Santa tiene "todos los ingredientes" que buscaban para este verano, "una pared grande" que quizá porque tiene un acceso más complicado que el Urriellu es "poco conocida".

El acceso a la Torre Santa lo realizan desde el valle leonés de Valdeón y, en función del nivel físico, puede llevar entre tres y cinco horas hasta llegar a Huerta, una preciosa vega situada a 2.000 metros de altitud, y que les sirve de campo base para acometer la escalada. Durante la primera semana de trabajo los tres alpinistas ya han conseguido solucionar los primeros 300 metros del espectacular murallón calizo, que, aunque supone la mitad de la escalada, corresponde a la parte más sencilla.

Por delante les quedan los últimos 300 metros, estos todavía más extraplomados, y en los que están "convencidos" que hallarán "las mayores dificultades de la ruta". Son conscientes de que con casi total seguridad se verán obligados a dormir en alguna pequeña repisa mientras acometen la ascensión. Pero quieren ir "paso a paso", porque, si bien han superado la mitad de la subida, "ahora toca trabajar duro para sacar el resto adelante".

Los Pou han protagonizado en los Picos de Europa numerosas hazañas, principalmente en el Urriellu, como la apertura de la vía más difícil del mundo en escalada libre, "Orbayu", en 2006; la primera escalada en libre de la mítica vía "Marejada Fuerza 6", en 2016; las primeras ascensiones en libre y en el día de "El Pilar del Cantábrico", "Quinto Imperio" y "Lugorri", o la "liberación", tras pasar tres días suspendidos en la pared del Picu, de "Zunbeltz".

La primera ascensión conocida a la Torre Santa ocurrió el 4 de agosto de 1892 y estuvo protagonizada por Paul Labrouche, François Bernat Salles y Vicente Marcos, "Vicentón". Pedro Pidal y Bernaldo de Quirós, marqués de Villaviciosa de Asturias, y Gregorio Pérez Demaría, "El Cainejo", ascendieron la Torre Santa el 3 de agosto de 1904, solo dos días antes de ser los primeros en la historia en pisar la cima del Picu Urriellu.

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