El Gobierno regional no descarta aplicar la alerta naranja, vigente ahora en cinco municipios del oriente de Asturias, en otras zonas "si fuera necesario", según confirmó ayer la portavoz del Ejecutivo, Melania Álvarez, quien indicó que esa medida supone "un aviso a navegantes, una llamada de atención para evitar otras como pueden ser cierres perimetrales o confinamientos".

La Consejería de Salud decidió el pasado miércoles decretar la alerta naranja en los municipios de Llanes, Parres, Cangas de Onís, Cabrales y Ribadesella, donde además de registrarse 60 casos positivos en los últimos días hay una gran movilidad de turistas. "Si tenemos una evolución más positiva que en el resto del país es porque nos anticipamos y apostamos por adelantarnos a los acontecimientos", indicó Melania Álvarez al ser preguntada sobre las críticas de sectores como el hostelero a esa medida, que no supone nuevas restricciones sino extremar la vigilancia de las medidas vigentes en la región desde hace semanas. "Sin salud no hay economía", argumentó la portavoz del Principado.

El Gobierno regional también ha solicitado a los cuerpos y fuerzas del Estado su colaboración en la vigilancia de situaciones que puedan suponer un incremento de contagios a fin de evitar una transmisión comunitaria. Un guante que ayer mismo recogió la delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa. "Se está dando un incremento de casos y es necesario atajarlo porque la propagación del virus es muy agresiva. No podemos permitir que siga avanzando", declaró Delia Losa, quien confirmó que "se reforzará con más controles vigilancia de las aglomeraciones". La Guardia Civil ya ha realizado más de 250 denuncias por actuaciones irregulares.