Asturias ha pasado del verano al invierno en menos de tres días. El pasado jueves los termómetros asturianos llegaron a marcar temperaturas que superaron los 30 grados y, ayer, los Picos de Europa amanecieron bajo un manto de nieve, que desapareció en unas horas. Un brusco cambio del tiempo que ha llevado a una circunstancia inusual en el mes de agosto, una estampa nevada que llegó durante la madrugada de ayer, cuando la cota de nieve quedó por debajo de los 2.000 metros de altitud.

En Tineo, donde se registró la temperatura más alta del Principado el pasado jueves, con 31.1 grados, la máxima había caído ayer hasta los 15. Y con las temperaturas mínimas ocurrió lo mismo. En los puertos de Pajares y Leitariegos, donde se registraron las temperaturas más bajas durante todo el fin de semana, se pasó de los doce grados del jueves a los tres y medio. Así que hubo caídas de las máximas de más de dieciséis grados y de las mínimas de unos ocho y medio en apenas tres días.

El mal tiempo también afectó al turismo. La inesperada nevada provocó la marcha de la mayoría de los montañeros que se encontraban alojados en los refugios de los Picos de Europa. La Cordillera no veía la nieve en verano desde el año 2017, cuando cayeron unos copos en su vertiente leonesa. Una anomalía climatológica, pero que nada tiene que ver con los once centímetros con los que se despertaron ayer en el refugio cabraliego de Jou de Cabrones y que no se veía en agosto desde hacía más de veinte años.

Las precipitaciones acumuladas durante los pasados días llegaron a superar la cifra de los 110 litros por metro cuadrado en Felechosa (Aller) el sábado. Una cifra que fue la más elevada del país y que se convierte en el récord de precipitaciones para el mes de agosto en Asturias. Ayer también llovió, pero con menos intensidad. El punto con más precipitaciones, hasta las 19.30 horas, fue el aeropuerto de Asturias (32,9 litros por metro cuadrado), seguido de Colunga (27) y Gijón (22,6). En Oviedo se registraron hasta esa misma hora 13,4 litros por metro cuadrado.

El temporal vino del Norte. Según Ángel Jesús Gómez Peláez, delegado de Aemet en Asturias, la razón del brusco cambio en el tiempo hay que buscarla en la llegada de aire frío de la zona de Islandia. Una circunstancia que no durará, pues tan rápido como cayeron las temperaturas volverán a subir ya a partir de hoy. Para el viernes de esta semana los termómetros volverán a rozar los treinta grados, aunque está previsto que el tiempo vuelva a mostrarse inestable el próximo fin de semana.