El Principado renunciará a su plan inicial de imponer la jornada continua obligatoria en los centros educativos públicos y mantendrá el régimen de clases conforme la fórmula vigente en cada colegio o instituto de esta red y de la concertada. La Consejería de Educación intentó resolver ayer por primera vez, en esos y otros términos, algunas de las dudas de las familias de los escolares asturianos de cara al complejo inicio de curso que se avecina. En un encuentro telemático de la titular del departamento, Carmen Suárez, y el director general de Salud Pública, Rafael Cofiño, con representantes de los padres y madres de alumnos, la administración al fin informó a las familias de la concertada de que sus criterios serán equiparables a los de la pública -hasta ahora aún carecían de protocolos específicos, y entre otros asuntos garantizó que cada centro educativo dispondrá de una enfermera de referencia para facilitar los contactos del "coordinador covid" en caso de detección de positivos o incidencias.

Las familias supieron también que las actividades extraescolares se mantienen, conforme a un protocolo que deberá ser diseñado por los equipos directivos de cada centro de acuerdo con unas directrices que serán muy exigentes. Del mismo modo, se garantiza la continuidad de los servicios de comedor y transporte, en ambos casos con asientos asignados fijos para el alumnado y en los comedores además distancia de seguridad cuando no se trate de escolares que convivan en el mismo grupo. Educación exigirá además que las salidas y entradas escalonadas no alteren el horario de clase, pero no parece muy partidaria de aceptar la propuesta de las familias para que el modelo de semipresencialidad propuesto para ESO y Bachillerato -con los grupos divididos en dos que alternan la asistencia al aula- pueda ser modificado en algunos centros que tengan infraestructuras y espacios suficientes para que unos alumnos asistan por la mañana y otros por la tarde.

Otras de las respuestas a las preguntas de las familias dicen que la fiebre que hará saltar las alarmas será de 37,5 y los síntomas que aconsejan el aviso y no llevar el niño a clase no se circunscriben a la temperatura, además están la tos, la falta de aire, la pérdida del olfato y el gusto, los dolores musculares, la diarrea o la cefalea.

Desireé Fernández, presidenta en Asturias de la confederación de padres y madres de la enseñanza concertada, CONCAPA, salió de la reunión satisfecha aunque solo sea por haber obtenido respuestas. Esmeralda Cristóbal, presidenta de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Gijón (FAPAS Xixón), llama a la colaboración colectiva y, dado que hasta ayer no había comunicación con las familias, espera que esta vía de diálogo se mantenga abierta.

Los que siguen sin encontrar modos de contacto con los protocolos de inicio del curso diseñados por Educación son los sindicatos docentes, que ayer levantaron sin acuerdo la reunión de las mesas de negociación sobre las últimas modificaciones en el plan. Los representantes de los trabajadores reiteraron su convicción de que los cambios -el retraso en la fecha de inicio de curso, las PCR a todo el personal, el descenso de las ratios de alumnos por aula hasta Segundo de la ESO o el incremento en la contratación de profesores- no bastan. El sindicato ANPE sigue reprobando la falta de negociación del Principado, afirma que las modificaciones "llegan tarde" y lamenta además que "abandona a su suerte al profesorado y los equipos directivos", a los que "se sigue endosando el control de la pandemia" sin concretar medidas de apoyo para la docencia telemática o la salud de los colectivos vulnerables.

Además de la "nula interlocución" y la falta de protección del profesorado, CCOO atisba un problema "esencialmente económico", previendo que el Gobierno "no va a dedicar los recursos necesarios" a la seguridad en las aulas, y da por hecho que tampoco va a poder cumplir su propósito de adelantar la nueva convocatoria de interinos, prevista para el día 15, al 7. CSIF coincide en que las nuevas medidas son insuficientes, añade que la administración "improvisa" y no ve profesores suficientes "para bajar la ratio" hasta los niveles anunciados.