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Talento avilesino para estudiar la vida a escala molecular

La exalumna del San Fernando Karla Martínez Añón llega a la Autónoma de Barcelona con la nota más alta para cursar Bioquímica: "Quiero ser investigadora"

La avilesina Karla Martínez Añón.

La avilesina Karla Martínez Añón se confiesa "un poco fanática de las series" y de su cartelera particular recomienda "Genius", el drama de época estadounidense que narra la vida y obra de los grandes genios del siglo XX. Se queda con la primera temporada, basada en Albert Einstein. Esta exalumna del colegio San Fernando tiene madera de genio. En este atípico curso del covid se incorpora a la Universidad Autónoma de Barcelona con la nota más alta (13,900) tras haberse despedido del centro concertado avilesino con un pleno de dieces. Cursará Bioquímica. Y quiere ser investigadora.

Martínez Añón partió ayer al que será su nuevo hogar en su etapa universitaria, la Ciudad Condal. "El curso empieza el 28, pero la presentación es ya el 23, ahora mismo estoy de camino a Barcelona", cuenta desde el otro lado del teléfono. Esta joven de 17 años, que de niña se veía como arquitecta, descubrió en el instituto su pasión por la química y la biología. "Ya me gustaban por separado en cuarto (de Educación Secundaria Obligatoria) y en primero de Bachiller descubrí que lo que más me apasionaba era la bioquímica, que incluye lo que más me gusta de las dos disciplinas", explica.

Sus notas de vértigo le abrieron de par en par las puertas a cualquier Universidad. "Tenía la opción del País Vasco y la de la Autónoma. Me decanté por Barcelona por varios motivos. La primera, porque mi hermano también estudia allí, pero también porque es la mejor Universidad de España en ese campo y en ella hay más dinero para investigación y becas. Me da un poco de miedo lo del catalán, a ver", prosigue. Su hermano Kevin, siete años mayor que ella, es físico matemático, cursó un máster en Barcelona y comienza ahora el doctorado en Biomatemáticas. "Fue él el que me habló de esta Universidad y de las amplias opciones que ofrece, no solo a la hora de mis estudios, sino en un futuro en la investigación en todo lo relacionado con mi campo. A pesar de esas dificultades que pueda tener con el catalán (se ha empeñado a fondo en su aprendizaje durante el verano), supe que tenía que estudiar en la Autónoma", añade la ya universitaria, que habla inglés y estudia alemán desde hace cuatro años.

Dice que no ha hecho nada especial para sacar la nota que la distingue como la mejor alumna que llega este curso 2020-21 a la Autónoma de Barcelona (UAB). "Desde pequeña he sido una persona muy constante y organizada. Así que, a pesar de la dificultad, el esfuerzo y las horas necesarias para cursar Bachiller, especialmente en segundo, he sabido compaginarlo perfectamente con mis otras actividades y aficiones, así como con la extraña situación de desconcierto que hemos tenido este año. Creo que lo que más me ha ayudado a conseguir esta nota ha sido seguir estudiando, aunque ya no tuviera ni ganas ni fuerzas para hacerlo y las condiciones fueran lo más adversas posibles", expone la joven avilesina. Ante el caos que precedió a la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU), decidió no correr riesgos. "Como no sabía si iba a entrar toda la materia o no, preferí ir con todo y una vez en el examen elegí lo que llevaba mejor preparado para sacar más nota", añade.

La joven se ve en un futuro como investigadora en un centro público, entre descubrimiento y descubrimiento de nuevos hallazgos vinculados a la genética. Ese es su sueño. Cuánto le gustaría estar ya investigando esa esperada vacuna contra el covid-19. "Me encantaría poder contribuir al avance en el conocimiento, en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades genéticas. También me atrae la oncología o la virología", prosigue. Es consciente de lo complejo que resulta hacerse un hueco en ese mundo científico, pero madera tiene de sobra, tanta como empeño y capacidad de superación. La avilesina afronta con cierto nerviosismo la etapa universitaria lejos del nido. "Mis padres siempre nos animaron a hacer lo que realmente queríamos y a irnos fuera. Ojalá algún día pueda dedicarme a la investigación y en Asturias", se despide la alumna aventajada de la UAB.

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