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Los profesores, en contra del nuevo calendario escolar: "Es antipedagógico"

Los sindicatos rechazan que se retrasen las fechas de inicio de curso y se eliminen descansos, y denuncian que Educación los ningunea

Un aula preparada para el inicio del curso en el Colegio Montedeva de Gijón Ángel González

El retraso del inicio de curso en casi dos semanas y la eliminación de festivos durante los tres trimestres eleva la indignación sindical. Según el nuevo calendario escolar propuesto por la Consejería de Educación, Asturias será la última comunidad en enviar a sus estudiantes a las aulas -a excepción de los de la privada- y compensará la demora prolongando el fin de clases hasta el 30 de junio, recortando las vacaciones de Navidad y de Semana Santa, y suprimiendo el puente de Carnaval. Los representantes del profesorado rechazan la modificación de fechas, al considerarla "antipedagógica por su compresión", y denuncian que Educación pretende aprobar "de manera unilateral" el calendario, pues ningún sindicato fue convocado a la negociación del viernes. "Nos ningunean constantemente", afirman. Por su parte, las familias y los directores de la concertada respaldan los cambios: "No hay más días de dónde sacar".

Pepe Rubio, vicepresidente de ANPE, denuncia que los sindicatos fueron conocedores de los "nuevos volantazos" de la consejera de Educación "por la prensa", ya que ningún representante del profesorado de la pública fue convocado a la negociación del calendario. "No cabe más improvisación y desatino. Nos merecemos un respeto; somos el hazmerreír general", protesta. Habrá finalmente una reunión el miércoles con el departamento de Carmen Suárez, pero será "otro paripé", en palabras de Rubio, pues el calendario modificado "ya fue dado a conocer a los medios de comunicación con todo lujo de concreciones". Entrando ya en las fechas de fin de curso, ANPE advierte que "se solapan desde el 26 de junio en adelante con las oposiciones de Secundaria y Formación Profesional". "El calendario se meterá incluso en julio con los procesos derivados del final de curso: actas, informes, periodos de reclamaciones, claustros y consejos escolares, memoria anual del curso, procesos de ordenación del curso siguiente, matrícula...", agrega Rubio.

Maximina Fernández, secretaria general de Educación de UGT, se queja de que el Principado ha impuesto de forma "unilateral" el retraso en el inicio del curso, "quitando descansos que este año son más necesarios que nunca" y abocando a profesores y a alumnos a un final de curso más tardío. "Desde mayo estamos viendo los continuos vaivenes a los que la Consejería de Educación somete al profesorado asturiano. El calendario es una cosa más a sumar. Se escudan para retrasar la incorporación a las aulas en la realización de pruebas PCR cuando la realidad que se quiere enmascarar es la falta de planificación para afrontar el nuevo curso escolar con profesorado sin nombrar, instrucciones sin redactar y cambiantes cada pocos días, circulares sin enviar... Por ello somos la última comunidad autónoma en enviar a sus estudiantes a las aulas", manifiesta Fernández.

En la misma línea, Borja Llorente, secretario general de Enseñanza de CC OO, rechaza "de pleno" el nuevo calendario, "porque no se negoció con las organizaciones sindicales". "Esta semana hubo una reunión y a la directora general de Planificación e Infraestructuras, Ana Isabel López Isla, se le olvida, según nos dice, convocar al profesorado de la pública. Para nosotros este hecho supone un nuevo desprecio hacia los docentes. Nos está ninguneando constantemente", critica. Llorente dice "no entender" el motivo por el que el inicio del curso se retrasa hasta diez días lectivos en la pública y en la concertada y, sin embargo, a la privada le permiten dar clase a partir de mañana aunque sin empezar el temario. "El calendario debe ser obligatorio para todos los centros, tal y como dice la resolución, y por tanto no pueden abrir los privados antes que los demás, ni para avanzar materia ni para no avanzarla", insiste.

El correo electrónico de SUATEA, asegura Tino Brugos, no ha parado de recibir desde ayer quejas de profesores sobre el proyecto de calendario de la Consejería. El Sindicato Unitario y Autónomo de Trabajadores de la Enseñanza de Asturias califica de "antipedagógica por su compresión" la modificación de fechas de Educación. "Desde luego, desde SUATEA estamos en contra del proyecto presentado. Creemos que un calendario de 160 días no sería ningún dislate -la Consejería quiere mantener las 175 jornadas lectivas-. Sin ir más lejos, debido a la pandemia, este curso ha tenido menos días...", recuerda Brugos. A SUATEA le preocupa "especialmente" el desarrollo del tercer trimestre, que está "literalmente embutido, prolongándose la actividad del profesorado durante el mes de julio". "Hay que tener en cuenta que, si las cosas van bien, debería de haber oposiciones de Secundaria y eso, a su vez, genera un trabajo extra coincidiendo con el final del curso, lo que garantiza un estrés superior al que existe habitualmente", indica.

Para José Manuel Cueto, secretario general de la Organización de Trabajadores de Enseñanza Concertada de Asturias (OTECAS), el recorte de vacaciones y la eliminación de puentes "podría haberse evitado con una mejor planificación que no implicara un retraso tan grande en el comienzo del curso, siendo Asturias una de las comunidades autónomas que más lo retrasa, y no reduciendo esos periodos de descanso intermedios que son imprescindibles tanto para alumnos como para docentes y que tienen una implicación directa en la calidad de la educación". Por otra parte, prosigue Cueto, "esta situación nos retrasa el final del curso hasta el día 30 de junio en el caso de Secundaria, Bachillerato y FP. Esto va a implicar que una buena parte de la tarea administrativa se desarrollará una vez terminado ese mes y, teniendo en cuenta que, en principio, todos los contratos covid se terminarán el 30 de junio, supondrá un problema de organización para los centros". "Somos conscientes de que la situación es compleja, pero se necesitan instrucciones claras que se anticipen a los distintos escenarios posibles. Los cambios constantes de instrucciones provocan mucha incertidumbre y continuas revisiones de la planificación de la tarea docente", añade.

Por contra, a Carlos Robla, secretario general de Escuelas Católicas, la patronal que integra a los directores de colegios concertados, le parece "lógica" la modificación del calendario, ya que "hay que mantener los días lectivos y de algún sitio tienen que salir". "Es duro que se eliminen puentes, pero la realidad se impone", puntualiza Robla, que ve, no obstante, con preocupación que las clases en Secundaria, Bachillerato y FP terminen el 30 de junio. "Hay que contar que después de esa fecha hay 8 o 10 días de evaluación", comenta.

La Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (CONCAPA) también esta a favor de la última propuesta de fechas de la Consejería de Educación. "Con todo lo que hemos perdido el año pasado y con lo que se pierde en el inicio de este curso, no hay más de dónde sacar. Los dos festivos de cada localidad los van a mantener y han decidido unificar la vuelta a las aulas en ESO, Bachiller y FP para no alargar el curso hasta julio", señala Lorena Castro, secretaria de CONCAPA Asturias.

Lo mismo opina la junta directiva de la Federación de las Ampas de centros públicos de Gijón y Carreño (FAPAS-Xixón). "Con los días que se ha atrasado el inicio del curso escolar, vemos bien haber realizado esta compensación, más aún teniendo en cuenta el último trimestre del curso anterior y que hace seis meses que niños y jóvenes no van a clase. La modificación trae consigo un poco de ayuda a la conciliación para las familias al atrasar unos días el final de curso y coger días que a priori eran no lectivos. Creemos que la elección de los días es acertada", reflexionan.

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