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La escuela rural revive al llegar padres que huyen de los colegios masificados

"Los efectos del covid se notan, tenemos familias que se mudaron de la ciudad", afirman en los centros no urbanos que crecen en número de niños

Alumnos del CRA La Marina, en Villaviciosa, en el patio. JUAN PLAZA

Paula Ramírez, directora del colegio El Plaganón, en Sevares (Piloña), acaba de despedir a una familia en su despacho. Desde que comenzó septiembre, el centro no ha parado de recibir visitas y llamadas telefónicas para matricular a nuevos estudiantes. "En dos días hemos admitido a cuatro alumnos. Y en Infantil tenemos diez niños, que hacía años que no recibíamos a tantos", asegura Ramírez. Son los efectos del covid.

Las escuelas de la zona rural de Asturias están recibiendo este curso a familias que huyen de la ciudad y de los colegios masificados. Así lo explica la responsable de El Plaganón: "Se están dando dos fenómenos. Por un lado, gente que ha marchado de la ciudad. Por ejemplo, tenemos a familias que han venido de Madrid o que han pasado la cuarentena en Asturias y se han quedado aquí. Y por otro, padres que llevaban a sus hijos a un colegio grande y que quieren evitar las masificaciones. La frase de 'venimos de tal cole con muchos alumnos y aulas pequeñas' se escucha mucho". Paula Ramírez indica que las nuevas matriculaciones "siempre se agradecen", pero con la pandemia de por medio complican la organización del nuevo curso. "Como sigamos a este ritmo, la escuela rural no va a dar abasto", opina.

El Colegio Rural Agrupado (CRA) Ría del Eo, en Vegadeo, también ha subido en matriculaciones. "Se nos van 5 niños y nos entran 9. El aumento es del 15%", puntualiza el director, Paco Rivas. Aunque en los últimos años, el centro no ha parado de crecer -en 2003 tenían 6 niños y ahora tienen 34-, detrás de algunas matriculaciones está el teletrabajo asociado a la pandemia. "Tenemos dos solicitudes de Madrid y estamos pendientes de confirmación. Son niños de fuera pero con residencia en la zona y cuyos padres teletrabajan ahora. Se sienten más a gusto en un centro como el nuestro, más pequeño y menos masificado. No deja de ser llamativo que se interesen por nosotros; estamos encantados", manifiesta Rivas.

De igual forma, el colegio rural más grande de Asturias, el CRA La Marina, en Villaviciosa, está notando un repunte de alumnos. "Respecto a la previsión que teníamos en junio, ha aumentado el número de niños. Estamos diariamente admitiendo a nuevos alumnos", comenta la dirección del centro, con ocho edificios repartidos en seis pueblos maliayos y unos 200 niños. Una situación parecida vive el CRA de Guimarán-El Valle, en la zona rural de Carreño, aunque su directora, Mirta Morán, no se atreve a asociarlo al covid. "Uno de los nuevos niños que tenemos ha venido a vivir ahora al concejo, pero no sabemos de dónde viene", comenta. En Infantil mantienen los mismos números que el curso pasado: 18 alumnos, pero en Primaria han pasado de 7 a 11.

Más aumentos. En Colunga, los colegios Braulio Vigón y Lastres experimentarán este mes un pequeño incremento: dos matrículas más por centro. No obstante, las direcciones no saben si atribuirlo al covid. En Benia de Onís, en el CRA Picos de Europa suman 10 alumnos más que el año pasado.

Por su parte, el colegio rural agrupado "Bajo Nalón", con sedes en Somao y Agones (Pravia) y Riberas (Soto del Barco), afronta asimismo el próximo curso con más escolares. "Consultas y llamadas hay, puede que hasta en octubre recibamos alguna nueva matrícula", comenta Begoña Artime, directora del equipamiento educativo. En ese sentido, Somao, recién nombrado premio "Pueblo Ejemplar" por la Fundación Princesa de Asturias, pega el estirón. El curso pasado terminaron con 7 alumnos y, a día de hoy, tienen ya matriculados a 9. "Se marcharon dos hermanos a vivir a Galicia pero recibimos 4 matrículas y otra está pendiente, además creemos que pueden llegar más por desplazamientos de otras comunidades autónomas", explica. Artime opina que el efecto generado por el confinamiento de vuelta a lo rural "se está notando". Además, en las escuelas de Somao creen que también en el curso 2021-2022 habrá más estudiantes en sus aulas debido a los nacimientos en la localidad.

En Agones (Pravia) sucede lo mismo: nuevos vecinos con hijos llenan las aulas de su escuela. Terminaron el pasado curso con 11 alumnos y, pese a que se fueron al instituto varios de ellos, han conseguido nuevas matrículas y mantener la ratio. Eso de momento, porque según explica Artime, también están a la espera de posibles nuevas matriculaciones. Muchas de ellas, además, por intermediación de familias con experiencia en las escuelas.

La parte amarga del CRA "Bajo Nalón" se la llevan las escuelas de Riberas (Soto del Barco), que mantienen sólo a 3 alumnos de sexto de Primaria porque el centro lo solicitó a la consejería de Educación para que finalicen la Primaria juntos, ya que empezaron a la vez. Lo más probable es que cierre el próximo junio. Por otro lado, comienzan el próximo curso sin la sede de Santianes de Pravia debido a la falta de matrículas.

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