Cascos en alto, frente a la iglesia de Nuestra Señora de los Dolores de Barro (Llanes), los moteros abren paso al coche fúnebre de Bernard Marcos, fallecido el pasado viernes en un accidente de tráfico a los 45 años tras chocar con otro coche en Balmori. Un homenaje emocionante de parte del mundo del motor y de todo el oriente asturiano a uno de sus ciudadanos más queridos. Un multitudinario funeral por el descanso de un hombre del que, a ambos lados de la puerta de la iglesia, solo se recordaban sus virtudes: su alegría, su generosidad, su profesionalidad, su capacidad de entablar amistad. Todo ello recordado desde lo alto del altar y comentado por todos los presentes. Ayer solo se hablaba de Bernard, de la mala suerte y la injusticia de la vida. Tras el funeral, Héctor Revuelta, mejor amigo del fallecido, lamentaba la pérdida de una "gran persona". "¿Qué se puede decir de alguien como Bernard?", se preguntaba. "Era lo que veías, él daba todo lo que tenía", sentenciaba.

Los que le querían ayer quisieron pagarle por esa entrega. A las 12.15 horas, motoristas venidos de todos los lugares de Asturias se congregaban en Posada de Llanes para organizar el homenaje al que era vecino del cercano pueblo de Lledías. Convocados por el Club Vespa Llanes, los amantes del motor aparcados en la parte trasera de una gasolinera del pueblo eran multitud. Motos de gran cilindrada, pequeñas vespas de colores e incluso algún quad. Muchas de ellas arregladas por las hábiles manos de Bernard, y muchas de ellas, cuentan los moteros, gratis. Casi todos recuerdan las palabras con las que les recibía el fallecido cuando entraban al taller que regentaba a la entrada de Posada y que le había hecho famoso: "Para mañana está".

Allí, antes de partir, el presidente del Club Vespa de Llanes, Ildefonso Pulido, anunciaba, conteniéndose las lágrimas por la pérdida de "un gran amigo", que los presentes le acompañarían "en su último viaje". Megáfono en mano, organizaba a los moteros mientras la Guardia Civil en Posada y agentes de la Policía Local cortaban la carretera para hacer posible el homenaje al mecánico. Un acto al que se sumaron amantes del motor de diversas agrupaciones y lugares de la comarca, como Joaquín Ballesteros, representante del "Lukas Team" de Ribadesella. Este reconocía que acompañarle en su último trayecto era "todo lo que podían hacer por un gran hombre".

40

Funeral y despedida motera de Bernard Marcos, el mecánico fallecido en Llanes en un fatal accidente

Un reducido destacamento del Club Vespa de Llanes y el motoclub "Los Santinos" llegaron a la iglesia de Barro e hicieron un pasillo ante la atenta mirada de los vecinos, que iban llenando las escaleras y el patio de la famosa parroquia llanisca en la que, tras el funeral, sería enterrado Bernard Marcos.

El órgano, incesante durante la espera, sonaba desde la iglesia hasta silenciarse por completo bajo el murmullo creciente de los motores. Decenas, cientos de motos, recorrían la carretera en la que, el pasado viernes, el mecánico perdió la vida a la altura de Balmori. Un fatídico accidente en el concejo llanisco que tuvo lugar cuando el mecánico y un trabajador de su taller, que se encuentra ya fuera de peligro, se cruzaron con el vehículo de A. H. H. Este circulaba, según fuentes policiales, sin alguna documentación en regla, como la ITV o el seguro. Algo por lo que ahora muchos en Llanes piden justicia.

Durante el homenaje, tras las motos, viajaban el coche fúnebre y los vehículos en los que llegaban los afectados allegados del mecánico. Recibidos cascos en alto por los motoristas que habían abierto la marcha, los familiares del difunto trasladaron el féretro hasta el interior de la iglesia.

El ambiente cargado de emoción del homenaje previo desapareció bajo el dolor de una familia y un concejo que han perdido a un hijo, un padre, un hermano, un esposo y un vecino "excepcional". Eran muchos más los que se tuvieron que quedar fuera de la iglesia que los que ocupaban los bancos.

El entierro fue, seguramente, el momento más sentido de toda la ceremonia. Muchos quisieron acompañar a la familia en esa última despedida. Y no pocos se retiraban de las primeras filas entre lágrimas tras despedir al difunto.

"Una injusticia", repetía entre dientes un hombre desconsolado que asistía a la ceremonia en el cementerio. Ese era el sentir de la mayoría. Rabia, impotencia y dolor. Sentimientos canalizados en una convocatoria ciudadana espontánea frente al Ayuntamiento de Llanes, donde los vecinos pedirán justicia mañana a las 13.00 horas por la muerte de Bernard Marcos. La Guardia Civil, por su parte, sigue tratando de esclarecer las circunstancias del fatal siniestro, aún por aclarar. Entretanto, la comarca oriental no deja de llorar la pérdida de Bernard.