La pandemia se ha "planteado y gestionado" en Asturias "con sensatez, prudencia y razonables medidas, en medio de un aluvión de gentes que nos han visitado en estos meses de verano". El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, colmó ayer de elogios al presidente del Principado, Adrián Barbón, mientras que censuró la "improvisación" y las "mentiras" del presidente del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, pues aunque no citó a ninguno de los dos, quedó claro a quién se refería en cada momento en la homilía de la misa del Día de Asturias, que pronunció ayer en la basílica de Covadonga. "Es de agradecer", señaló Sanz, "el noble intento y el cuidadoso tiento con el que nuestras autoridades autonómicas y municipales, nuestros sanitarios y fuerzas de seguridad, han hecho bien sus deberes, dentro de lo mejorable que tiene toda acción humana". (Puedes leer la homilía entera pinchando aquí).

Los piropos del Arzobispo al Ejecutivo autonómico contrastaron con las durísimas palabras que había dedicado solo unos segundos antes al Gobierno de España por su gestión de la pandemia, que calificó de "desigual", y en la que considera que hubo "mucha improvisación, no pocas mentiras". Criticó "la intervención de la vida de una entera sociedad donde los sentimientos, los divertimentos, las creencias y la libertad quedaban confinadas al albur de los magos de Oz o de los gurús con los martillos de siempre".

Pero fue aun más allá en sus ataques: "Si hay engaño, improvisación, intereses inconfesables que esconden sus estrategias en el control de la libertad de las personas, de sus movimientos, de sus decisiones, estamos entonces ante una mala gestión, que no busca el bien de las personas en una tragedia como la que nos asola, sino perpetuare en las poltronas del poder o aspirar a desbancar a los que se sientan en ellas", expuso el Arzobispo. Sanz Montes pidió "reconducir responsablemente" la situación, porque "la circunstancia que estamos viviendo desde marzo con esta malhadada pandemia pone a fuego a nuestra vida demasiadamente", dijo.

Acto seguido lanzó otra andanada dirigida de nuevo directamente a Pedro Sánchez: "Parecía que la así llamada 'nueva normalidad' vendría por decreto, y que funcionaría porque así lo decide quien tiene el timón de la nave. Pero luego la realidad es más libre o más terca, y no se ajusta sin más a los intereses políticos o económicos de quienes con este virus dibujan a su antojo y pretensión el mapa de nuestras vidas y sus estimaciones electorales. Unas veces alterándonos con pánico, otras diciendo que no pasa nada", añadió.

El Arzobispo continuó censurando con dureza los vaivenes vividos en los últimos meses, con "momentos en los que no podemos salir del búnker doméstico y otras con un pistoletazo de salida para un casi vale todo? con mascarillas y medidas de distancia". También arremetió contra quienes "se aprovechan de esta tragedia para intentar censurar la libertad religiosa a golpe de ordeno y mando". Fue justo en ese momento cuando dio un giro de ciento ochenta grados en su homilía, al resaltar que en la gestión de la pandemia hay "una plausible excepción, que se refiere a nuestra región asturiana" y comenzar los elogios a Barbón.

El jefe de la Iglesia de Asturias subrayó que los templos son "espacios seguros" y aplaudió la "respuesta de nuestros curas y fieles". "La Santina tiene corona, pero no tiene virus", apuntó. Sobre el inminente inicio del curso escolar pidió "mesura" para "evitar la incompetencia de quien ignora la gravedad de este momento, así como quien, asustadizo, se atrinchera para no hacer nada". Y entre los que "banalizan hasta la frivolidad" la situación presente y los que "se asustan hasta el escaqueo" indicó que está "la medida serena y sensata de quien pone los medios razonables para que no se nos escape la vida".

La misa finalizó con dos himnos, el de la Salve y el de la Virgen de Covadonga, este último justo ayer cumplió 102 años. Pero, entremedias, el Arzobispo tomó de nuevo de improviso la palabra para mostrar su gratitud hacia la delegada del Gobierno, Delia Losa, por su aportación a Cáritas y su gestión de la pandemia.

Fue un Día de Asturias atípico, sin ofrendas, sin procesión y sin recepción de autoridades en el Gran Hotel Pelayo. El prelado ofició la misa del Día de la Santina ante 250 fieles, el 75 por ciento del aforo habitual de la basílica. Entre los asistentes se encontraban, además de Barbón, el presidente de la Junta General, Marcelino Marcos; la delegada del Gobierno, Delia Losa; el alcalde de Cangas de Onís, José Manuel González; las máximas autoridades militares, policiales, de la Guardia Civil, judiciales y fiscales de Asturias; y cuatro portavoces autonómicos: Teresa Mallada (PP), Susana Fernández (Ciudadanos), Adrián Pumares (Foro) e Ignacio Blanco (Vox). Pese a que estaban invitados, no acudieron los portavoces de los grupos de izquierdas, Dolores Carcedo (PSOE), Lorena Gil (Podemos) y Ángela Vallina (IU). Todos los portavoces presentes en Covadonga manifestaron su respeto por las palabras del Arzobispo, aunque algunos mostraron discrepancias con su visión sobre la gestión en Asturias

Teresa Mallada destacó la "valentía" de Jesús Sanz al denunciar "la mala gestión del Gobierno socialista a nivel general". Una gestión "llena de mentiras y que ha mantenido sumidos a todos los españoles en una situación de absoluta incertidumbre", que "aún continúa", por ejemplo, en materia educativa. Manifestó su preocupación por la ausencia de "medidas urgentes" para paliar "la crisis económica que están sufriendo miles de familias asturianas" y pidió Barbón que pase "de las palabras a los hechos".

Susana Fernández resaltó que comparte las críticas del Arzobispo al Gobierno de Pedro Sánchez, pero añadió que la gestión en Asturias "podría haber sido muy mejorable". Puso como ejemplo la "falta de planificación absoluta" para la vuelta a las aulas y el "gran agujero económico" que ha llevado a muchas pequeñas empresas y autónomos a "una situación límite".

Adrián Pumares tuvo un recuerdo para las familias de los fallecidos por la pandemia y para los que luchan contra el coronavirus. "Nuestras energías irán encaminadas a lograr cuanto antes de esta dramática situación de crisis y a que ningún asturiano se quede atrás", añadió.

Ignacio Blanco comparte con el Arzobispo "que el Gobierno de Pedro Sánchez ha mentido más que el de Adrián Barbón", pero cree que "la improvisación ha sido parecida, y en Asturias la falta de iniciativa ha sido mayor". Acusó al Ejecutivo asturiano de estar "siempre" esperando "a ver qué pasa", como sucede "con la apertura de los colegios", que "se abrirán tarde para que no sea el primer brote en España, no por la salud de los alumnos y de los profesores, sino para no dejar mal la estadística asturiana covid-19".