Con "normalidad", pese al uso de la mascarilla y la distancia de seguridad. Así empezaron hoy las clases más de 21.000 alumnos de la Universidad de Oviedo. "Con lo separados que estamos es imposible que cojamos el virus en el aula", aseguraron esta mañana los estudiantes. El distanciamiento es lo que peor llevan todos y confiesan que en las zonas comunes es difícil respetarlo. "Hacía mucho tiempo que no nos veíamos los compañeros... Pero yo creo que siempre y cuando llevemos mascarilla, no hay problema", expresó Eva Gutiérrez, de 23 años y de Llanera, que hoy empezó cuarto de Ingeniería Química. El distanciamiento está siendo también un obstáculo para los nuevos alumnos, como Nel Loredo Marín, de 17 años y de La Felguera: "Dificulta la socialización".

En la Facultad de Química, uno de los centros a los que accedido esta mañana LA NUEVA ESPAÑA, no han notado menos asistencia por culpa del covid, según señaló la decana, Susana Fernández. Al contrario, "nos ha sorprendido la cantidad de alumnos que han venido de primer curso", dijo. En su caso, "están preparados" para hacer frente a la pandemia, pues fue una de las pocas facultades que abrieron sus puertas para acoger exámenes presenciales el pasado curso. "Más del 85% de las pruebas se hicieron en el aula", precisó Fernández.

Su equipo ha limitado entre el 28% y el 50% el aforo en las clases, ha impuesto el uso de la mascarilla "salvo en despachos individuales" y ha colocado a los alumnos a más de un metro de distancia. "Hemos empezado la actividad docente exactamente igual que hace un año, pero con más control en las entradas y salidas, con mascarillas...", puntualizó la decana.

El inicio del curso en Gijón

La Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón dio esta mañana la bienvenida a cerca de 600 alumnos de primer curso con aulas espejo para seguir las clases en caso de completar el aforo y con la intención de que "la presencialidad sea máxima ", indicó el director, Juan Carlos Campo. Los estudiantes se irán incorporando de forma gradual cada siete días, y en principio "todo marcha bien", sostiene Campo. El director sí ha hecho un llamamiento para clarificar las medidas que se deban tomar en el caso de que haya un positivo en el centro. "Es algo que no nos corresponde a nosotros sino a sanidad", recalca el director, quien señala que su actuación en este caso se limitaría a "avisar a la Universidad y que ellos decidas lo que hay que hacer".