La portavoz del Gobierno y consejera de Derechos Sociales y Bienestar, Melania Álvarez, ha zanjado esta mañana la polémica en torno a la posibilidad de que se declare el 25 de mayo, fecha del alzamiento de Asturias contra las tropas napoleónicas, como nueva fiesta de la comunidad autómoma. "No hablamos de fiesta, sino de una conmemoración histórica, en respuesta a una demanda social", ha explicado la portavoz del Gobierno, tras la reunión del Consejo de Gobierno. Álvarez ha indicado que se trata "de una fecha muy determinada que está en el origen de la bandera de Asturias". Para la portavoz, el asunto "no admite mayor discusión", sobre todo desde que "hemos adoptado la decisión de celebrar el 8 de septiembre en esa misma fecha".

La polémica estalló a raíz de las críticas desde la izquierda por la presencia de el presidente regional, Adrián Barbón, en la ceremonia religiosa del pasado 8 de septiembre en Covadonga, en la que el Arzobispo Jesús Sanz vertió duras críticas al Gobierno de Pedro Sánchez. Algunas voces plantearon la necesidad de que la fiesta de Asturias fuese en otra fecha sin connotaciones religiosas. Desde diversas instancias se viene proponiendo la fecha del 25 de mayo, y el presidente Barbón convino en que podría haber alguna tipo de conmemoración, pero sin cambiar la fiesta del 8 de septiembre.

La posibilidad de hacer una nueva fiesta regional recibió las acerbas críticas de la jefa de la oposición, Teresa Mallada, quien pidió al presidente regional "menos samba y más trabajar".