LA NUEVA ESPAÑA reconoce a la Fundación Valdés-Salas con la distinción de "Asturiana del mes" de julio por su eminente labor de promoción del Camino Primitivo de Santiago, solo una de sus numerosas iniciativas en favor del patrimonio cultural y el mundo rural asturiano. En el mes de julio se reabrió el Camino tras el parón obligado por el confinamiento y, pese a las restricciones que aún rigen el movimiento de personas, recibió un número nada desdeñable de peregrinos extranjeros -evidentemente no en la medida de otros años-, pero sobre todo nacionales, lo que hace albergar esperanzas de una gran presencia de visitantes con motivo del próximo año compostelano.

El economista Joaquín Lorences, presidente la Fundación Valdés-Salas, expresó ayer su satisfacción por este galardón. "Estamos muy felices y orgullosísimos de recibir esta distinción de parte de un periódico como LA NUEVA ESPAÑA, que representa la sensibilidad de toda Asturias y que nos viene acompañando a lo largo de las últimas décadas", indicó.

La Fundación Valdés-Salas surgió en 2009 con el principal objetivo de llevar la Universidad a las zonas rurales de Asturias mediante la organización de actos académicos y culturales en colaboración con el Aula Universitaria Valdés-Salas de la Universidad de Oviedo. A lo largo de estos años han surgido iniciativas como el Museo del Prerrománico, inaugurado el año pasado en el palacio de Valdés-Salas, la excavación del castro de Pena Agua, la investigación de la arqueominería del oro en la zona Salas y Belmonte de Miranda, la recuperación del patrimonio megalítico de Salas, o el rescate de joyas culturales como la Misa de Gaita.

Pero la Fundación se ha distinguido por su empeño en recuperar el Camino Primitivo, "fundado por el rey Alfonso II en el siglo IX". La ruta jacobea, añadió, "fue el proyecto de un reino embrionario que unió a Europa en torno a un itinerario espiritual y cultural. Que Asturias crease un centro espiritual en Compostela, alternativo a Roma y Jerusalén, nos debería llenar de orgullo". Tras el parón de la pandemia, los peregrinos se están reencontrando con el Camino, "de forma lenta, pero muy interesante". El Camino, añadió Lorences, "es un reclamo para gentes de todo el mundo".