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Los sindicatos exigen "un nuevo rumbo" tras la dimisión de la directora de Centros

Cristina Vega, sustituta de Isla, apela al "diálogo y la unidad" para hacer de las aulas un "lugar seguro", pero UGT pide la dimisión de la Consejera

Una protesta ante la Consejería de Educación el pasado mes de julio Fernando Rodríguez

Las aguas siguen más revueltas que nunca en Educación, tras la destitución de Ana Isabel López Isla como directora general de Planificación y Centros, "una dimisión anunciada", según los sindicatos, que exigen "un nuevo rumbo". UGT fue más allá y volvió a pedir la cabeza de la consejera de Educación, Carmen Suárez.

Mientras tanto, la nueva directora de centros, Cristina Vega Morán, apeló al "diálogo y la unidad" para hacer que las aulas "sean un lugar de trabajo seguro". "Llego al cargo con la mano tendida a las familias, al profesorado y a los sindicatos", indicó la que fuera directora del colegio Santa Bárbara de Lugones en los últimos 8 años, una experiencia que quiere poner en valor en su nuevo cargo. Vega tuvo palabras de agradecimiento para López Isla, quién sacó "adelante una gran carga de trabajo en unas circunstancias que todo el mundo conoce".

La secretaria del sector de enseñanza de UGT Asturias, Maxi Fernández, también admitió que la dimisionaria era "una persona muy íntegra, competente y resolutiva". La consejera, añadió Fernández, "debe valorar si debe continuar, tras la dimisión de dos directores generales en tres meses, y con la comunidad educativa en pie de guerra por su nefasta gestión". Añadió que Suárez "no acepta el diálogo y la negociación", lo que está causando "un inicio de curso caótico que va a pasar factura".

Gumersindo Rodríguez, del sindicato de profesores ANPE, opinó que la dimisión de Isla, "es la crónica de una dimisión anunciada, fruto de los constantes desencuentros en una consejería que se ha convertido en un polvorín, donde reina la improvisación y el caos organizativo, con instrucciones cambiantes y contradictorias".

Para ANPE, corresponde a la Consejería y al propio Gobierno del Principado "hacer autocrítica y recomponer el diálogo roto con las organizaciones sindicales". Como UGT en julio, ANPE pidió la dimisión de la consejera en agosto "por los continuos desplantes hacia el profesorado". El problema no está en los dimitidos, sino "más arriba, en el modelo autoritario de la Consejería".

Borja Llorente, secretario de Educación de CC OO, aseguró que la marcha de Isla se veía venir, tras amagar varias veces en los últimos meses. "Con sus errores, creemos que ha trabajado intensamente", indicó, aunque CCOO tuvo sus desencuentros con ella. "Hizo prácticamente todos los anuncios de medidas fuera de las mesas de negociación, generalmente en reuniones con la patronal de la enseñanza privada. No fuimos convocados correctamente a la negociación del calendario escolar", aseguró. El sindicato "rechaza que se produzcan más cambios y relevos. Es el momento de corregir las políticas y enfrentar el curso para que todo salga bien. Más que cambiar a los políticos, hay que cambiar las políticas".

También terció el responsable de Educación de Ciudadanos, Luis Fanjul, quien pidió al presidente del Principado que deje de esconderse tras la consejera de Educación, y la destituya ya, en lugar de frenar su dimisión. "Debe asumir su responsabilidad en la crisis educativa", dijo.

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