El de Todos los Santos sobre la ría del Eo es sin duda el puente más conocido que une Asturias y Galicia, pero hay otros puentes entre las dos comunidades, los sentimentales, que no por invisibles son menos ciertos. Como aseguró Manuel Fernández Quevedo, presidente de la Asociación Día de Galicia en Asturias, las dos regiones "tienen almas gemelas y un solo corazón". La Asociación cumple 25 años y ayer echó la casa por la ventana con un acto en el Hotel Reconquista de Oviedo al que asistió el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, y lo más granado del mundo político y empresarial de la región. La entidad que presidente Fernández distinguió además con sus medallas de oro a dos personalidades de reconocida trayectoria. Por un lado, un gallego al que se conoce en toda España, algo realmente raro, como remarcó el propio Núñez Feijóo: el exalcalde socialista de La Coruña y exembajador de España ante la Santa Sede Francisco Vázquez. Por otro, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, Jesús María Chamorro, magistrado de reconocido prestigio.

Núñez Feijóo resaltó lo que une a Asturias con Galicia: "Hemos compartido mar, paisaje y una forma de entender y vivir la vida". Y fue desgranando parte de su ideario: "Ser gallego solo, o asturiano solo no parece lo más razonable; ser gallego y asturiano es ser español", pertenecer a una patria producto de cientos de años y por la que han muerto muchos compatriotas. "Quien no defiende ser español, quizá es que no sepa qué es ser español", añadió. "Asturias y Galicia son un buen centro para entender España, lanzan un mensaje de sentido identitario compatible con la nación española". Y defendió una cierta visión del servicio público: "Se puede ser político y caballero, algo que no ocurre mucho en la España actual. La política consiste en unir y dejar sin efecto lo que nos separa, que nunca construye. En España, estamos en dificultades y tenemos que reponernos, seguir construyendo puentes".

El acto se había iniciado con un minuto de silencio por los fallecidos en la pandemia. Vázquez -de progenitores gallegos, aunque su padre nació en Castropol y eso le unió de forma indeleble a Asturias- aseguró que tomaba el galardón "como un reconocimiento a una generación de políticos que, en contraste con el presente, supo en todo momento anteponer los intereses de España, buscar la concordia, el acuerdo, la reconciliación, que posiblemente sea el gran pilar de la Transición". Vázquez estuvo en los trabajos de preparación de la Constitución -también del estatuto gallego-, que, "en un país dividido y atormentado como España, fue de todos y para todos y permitió 40 años de un progreso tremendo".

El veterano político (La Coruña, 1946) resaltó que ese protagonismo en la Transición le permite "denunciar lo que representa este intento de ahora de retrasar el reloj de la historia y volver al punto de partida, a la España de los vencedores y vencidos, un error tremendo". Deseó que "se busque recuperar el diálogo y el consenso, hoy más necesario que nunca por los efectos de la pandemia con las consecuencias de lo que objetivamente no ha sido una gestión eficaz".

Preguntado por si se reconoce en el actual PSOE, Vázquez fue tajante: "Yo al PSOE actual lo considero un partido ocupado. No tiene nada que ver con los valores de la socialdemocracia. Ha formado el único gobierno de Europa con un partido comunista de corte populista y buscado el acuerdo con partidos vinculados al terrorismo".

Se reconoció admirador del "singular estilo de Feijóo", un político refrendado por urnas y que llegó a la política "ya formado y preparado", al que no le importa votar. También lanzó flores al expresidente regional Javier Fernández, presente en el acto de ayer. Y por supuesto al alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, al que alegró los oídos: "Tienes Oviedo limpísimo". Y expresó su amor por Cudillero: "Me siento un pixueto más". También apeló a la "casa común de los asturianos y gallegos".

Jesús María Chamorro resaltó el papel clave de los jueces para mantener el sistema constitucional, y cuya labor "a veces no se comprende bien". "Queremos huir del exhibicionismo. Somos técnicos, nuestro horizonte es la aplicación de la ley, a veces sin suficientes medios", resaltó. Chamorro defendió la independencia de los magistrados y jueces, que "están por encima de la media europea", y negó que estén politizados. De quitar algo, dijo, habría que eliminar el Ministerio de Justicia, y no el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que lleva más de treinta años garantizando la independencia judicial, aunque sea mejorable en su modo de elección y funcionamiento. "Necesitamos mayor consideración y más medios", expresó Chamorro, quien defendió el concepto de hombre virtuoso de Aristóteles frente al "hombre postmoderno". También pidió al legislador "una norma que nos permita luchar contra la pandemia". El acto contó con la actuación de los cantantes Lucía Pérez, que representó a España en Eurovisión en 2011, Tina Gutiérrez y Antonio Barros.