El testimonio más emotivo de la segunda jornada del juicio contra Javier Ledo por la muerte de Paz Fernández, sin embargo, fue el de una de las hermanas de la fallecida. Visiblemente afectada, aseguró que el acusado la "manipuló" haciéndola creer que paz estaba "mal anímicamente" y que podría haber terminado con su vida. "Hablé con él infinidad de veces cuando Paz estaba desaparecida y me decía que la había visto mal porque había perdido dinero, como intentando hacerme entender que se había suicidado. Mi percepción era que desde el principio él ya sabía que ella no estaba viva", defendió. Fue interrumpida varias veces por el magistrado para dejar de emitir juicios de valor -motivados por los nervios y la frustración del momento- y limitarse a contar los hechos.

La joven también recordó que Ledo estaba muy interesado en el avance de la investigación. "Me preguntaba si sabía si ya tenían a algún sospechoso o si habían encontrado alguna prueba. Yo llegué a dudar, creí que no podría ser él viendo lo que me decía pese a que sabía que la Guardia Civil le estaba siguiendo", expresó. También recordó que el varón la llamó un día, cuando ella estaba en compañía de varios agentes, para hablar sobre el caso. "Me preguntó que qué creía que había pasado yo le pregunté que qué creía él. Yo creo que se estaba intentando ganar otra coartada", declaró. Esta última frase fue reprochada por el juez, que también le tuvo que recordar que no podía señalar con acusaciones a Ledo, que se mantuvo sentado y esposado a escasos metros de la declarante. La mujer, de hecho, tuvo que hacer una pausa en su testimonio y estuvo al borde del llanto varias veces. "Lo siento, esto es muy difícil", se disculpó.

La hermana de Paz Fernández defendió también que el comportamiento entre ambos era "de pareja" y que, aunque su hermana era "un espíritu libre", sí tenía una relación muy estrecha con Ledo. Y recalcó haber recibido días después de la desaparición de la víctima una llamada "de madrugada" de Ledo en la que "se burlaba" de la fallecida, si bien en este momento del relato la declarante estaba demasiado nerviosa como para detallar exactamente esta conversación.

La muerte de Fernández, concluyó, "ha destrozado una familia entera". "Mi madre no es la misma, yo no soy la misma. No es tanto por la propia muerte, sino por saber lo que sufrió antes. Se que él disfrutó de todo esto, que no tuvo empatía. Por eso concedió una entrevista y decía que lo que le pasó a mi hermana era una aberración", sentenció, en referencia a una entrevista concedida con Ledo a LA NUEVA ESPAÑA cuando aún no había sido acusado del crimen.