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APUNTES DE MECÁNICA POLÍTICA

Ripa dinamita la reforma estatutaria

El líder de Podemos lanza una propuesta que fracasa de inmediato y anula movimientos discretos por la cooficialidad en la Junta

La propuesta de Podemos para comenzar a abordar una reforma del Estatuto (con el objetivo de aprobar la cooficialidad del asturiano) ha abierto la caja de Pandora en la formación morada y ha terminado de inmediato en vía muerta. ¿Fue un error de cálculo del secretario general podemista, Daniel Ripa (él recalca que fue una posición del consejo político), u obedece a movimientos internos ante la tormenta que se gesta en los cielos del partido?

La tajante salida del diputado de Podemos Rafa Palacios, calificando de "miserable" cualquier intento de abordar unilateralmente la cooficialidad, y la posterior crítica expresada por la diputada nacional Sofía Castañón son el humo que revela que en los morados se aviva el fuego. Tanto el movimiento de Ripa como la reacción de Palacios y la salida de Castañón no son casuales.

El prólogo a la propuesta de Ripa se produjo en el último pleno de Avilés. Allí, la coalición que forman Podemos e IU (en su versión más "garzonista") propuso un pronunciamiento del municipio a favor de la reforma estatutaria y la cooficialidad esta legislatura. El PSOE trató de enmendar el texto, añadiendo dos cuestiones: que la situación sanitaria es lo más importante y algo así puede esperar, y que debe hacerse con el máximo consenso y diálogo incluso valorando distintos modelos de cooficialidad. Los concejales de la coalición rechazaron las enmiendas del PSOE.

¿Por qué acelera Ripa un debate lanzando una hoja de ruta que desconocía el propio grupo parlamentario? En sí, la propuesta lanzada por Ripa no es extraña: Podemos la podría haberla firmado en cualquier momento de los últimos años. La hacen extraña tres cuestiones: una, que se ponga sobre la mesa en medio de una crisis sanitaria; dos, que se plantee a las puertas de una negociación presupuestaria en la que el papel de los morados puede ser determinante; y tres, que haya tenido contestación interna.

Podemos Asturies tiene ante sí un futuro próximo sobre el que se abren varios interrogantes. Está por ver el efecto que tendrá la obligación de que los militantes paguen cuotas, con unos círculos ya en retroceso desde hace tiempo. Además, se asienta internamente el liderazgo de Rafa Palacios. La intervención de la diputada Sofía Castañón, muy en sintonía con Pablo Iglesias, no es casual. No ha ocultado Castañón su opinión de que deben producirse cambios en la dirección de Podemos Asturies, a la que la dirigentes nacionales sitúan en una órbita alejada de lo que marca Iglesias.

El movimiento de Ripa quizás deba leerse como un intento de poner cuesta arriba la negociación presupuestaria con el PSOE. Pero también puede pretender segar la hierba bajo los pies de las posiciones más proclives al diálogo, como las de Palacios, bien conectado con sectores asturianistas y que en los vericuetos de la Junta General participaba en sondeos sobre la posibilidad de una reforma estatutaria y cooficialidad en otros términos: sin protagonismo de un partido al abrir el debate, aguardando los tiempos que Foro necesita para su nuevo horizonte (un voto es necesario) y buscando un modelo que no espante al PP o a Cs. El intento de que el asturiano salga de la órbita de la izquierda para así ser oficial con sosiego, parece, ha saltado por los aires.

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