Año 2035. Asturias es la comunidad autónoma que más población ha perdido de España. Aquel millón y poco de habitantes con el que el Principado entró en el siglo XXI se ha convertido en poco más de 900.000 residentes tras sufrir una caída de población de casi el 10 por ciento. Es la comunidad autónoma que arroja un peor saldo vegetativo: el número de fallecidos es más del doble de los que nacen (-133,7%). Con todo, hay buenas noticias: apenas nadie emigra al extranjero (porque ya no hay jóvenes dispuestos a hacerlo) y comienza a constatarse que son más los que quieren asentarse en Asturias procedentes de otras comunidades autónomas españolas que los que quieren irse a otros puntos del territorio nacional.

Eso ocurre al tiempo que España alcanza un máximo en el crecimiento de su población gracias a los inmigrantes, antes de iniciar un periodo de retroceso. En el conjunto del país, siete de cada diez españoles son dependientes (menores de 16 años o mayores de 65), mientras que tres de cada diez han de sostener al resto gracias a su trabajo y sus impuestos. Este es el escenario que dibuja la última proyección de población publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), correspondiente al periodo 2020-2070.

España sí será en el año 2070 un país para viejos. El número de centenarios en ese año, según el INE, será de 217.344 personas, frente a las 12.551 actuales, lo que supone multiplicar por casi 20 (17,3) la cifra actual de personas cuya edad supera el siglo. Baleares, Madrid y Canarias registrarán aumentos de población, mientras que Asturias, Castilla y León y Extremadura liderarán la España que se hipervacía.

El Instituto Nacional de Estadística ha ajustado sus hipótesis sobre el comportamiento futuro de la población española a causa de la pandemia del covid-19. Así, proyecta una disminución de los movimientos migratorios al exterior, rompiendo la tendencia de los últimos años. También prevé que el exceso de mortalidad debida al coronavirus únicamente afecte al vigente año 2020. No se modifica, no obstante, la hipótesis sobre los nacimientos. El INE señala que en el año 2070 España superaría el umbral de los 50 millones de habitantes. El saldo vegetativo negativo (más muertes que nacimientos) se vería compensado por la afluencia de inmigrantes, verdadero causante del aumento de población en el conjunto del país.