Aún no daban las 8.30 de la mañana cuando en los alrededores del Auditorio se desplegaba un dispositivo policial a prueba de padres automovilistas. El subinspector Bernardo González controlaba cada detalle para que niños y coches no se cruzasen en el camino. "Hoy es un día para hacer pedagogía, no para sancionar; ante todo tenemos que preservar la seguridad de los niños", aseguró el agente municipal. Por todo el concejo se desplegó un dispositivo sin precedentes, con 50 efectivos distribuidos por los diferentes colegios del municipio. "Es primordial evitar las aglomeraciones, y así lo hemos comunicado a las direcciones de los centros", señaló. En el Colegio Dulce Nombre de Jesús (Dominicas), de Oviedo, la entrada se realizó de forma escalonada en los tres patios que dan acceso al centro. Los padres no pudieron acceder al recinto y cada tutor estuvo pendiente de su curso. "Hemos tratado de adaptar todas las normas de manera que todo sea lo más sencillo posible para las familias", indica Rosario Barriales, directora pedagógica del colegio. "En las aulas los pupitres se han colocado siguiendo las distancias de seguridad y hemos hecho grupos nuevos para cumplir las ratios", añade Barriales. "También queremos agradecer a las familias su colaboración y la puntualidad, que en estos momentos es muy importante", recalca la docente. Entre los padres y madres reinaba la expectación a primera hora de la mañana. "Los niños estaban deseando volver a encontrarse con los compañeros, es un día muy emocionante", comentaba Leticia Delestal, mientras su hija Cayetana Delestal Fernández se apresuraba en despedirse para ir a la fila. A mitad de patio los profesores aguardaban con gel hidroalcohólico en la mano. Son nuevos tiempos.
