El jurado del premio Mujer Rural de Asturias 2020 ha reconocido a una mujer del occidente asturiano para valorar su actividad como emprendedora con una gran implicación en el entorno en el que vive y, al tiempo, con una gran capacidad de trabajo y de diversificación de actividades de aprovechamiento en el mismo. Estas son algunas de las razones por el que premio Mujer Rural 2020, de la Red Asturiana de Desarrollo Rural (READER), ha recaído este año en Ana Inmaculada Adeba Vallina, del hotel rural y la yeguada Albeitar, en Villayón.

Desde que llegó a Oneta acompañado a su marido, Benito Garrido Mora, destinado como veterinario rural allá por 1984, muchas son las cosas que ha llevado a cabo esta mujer con una capacidad de trabajo tan intensa como graficante para ella. "Cuando vives en un lugar como este y además te gusta lo que haces, eres una persona afortunada", señalaba a LA NUEVA ESPAÑA tan saber que había sido galardonada con este premio. "Me cogéis intentando arreglar el pastor, que se me escapan las vacas", decía sorprendida y al tiempo feliz tras conocer la noticia.

La compra de un caballo de pura raza árabe fue el inicio de un emprendimiento rural que, año tras año, no sólo se fue enraizando en el lugar donde eligieron vivir sino que, con el tiempo, se ha convertido en un ejemplo de que a base de mucha constancia, creatividad y aprovechamiento del entorno, no sólo se puede vivir en y del medio rural, sino también disfrutar de él. Inmaculada cuenta con la ayuda de sus hijos Benito y Borja en la cría de equinos de raza árabe, al tiempo que regenta un hotel rural y un restaurante donde ella se encarga de los fogones.

De igual modo, crían vacas de raza angus; han adquirido 700 cabras para producción láctea y cuenta con una explotación de miel. A todo ello hay que añadir que está trabajando en otros proyectos como la puesta en marcha de una quesería con la leche de las cabras, la construcción de una planta de compost para la comercialización de los desechos de la granja de cabras, la elaboración de sidra con manzanas de su pomarada o la plantación de castaños y avellanos para el aprovechamiento frutícola.

Al mismo tiempo Inmaculada Albeitar, al regentar un hotel de agroturismo, les muestra a las familias que allí se alojan cuanto tiene que ver con la vida en el medio rural siendo los niños los que más disfrutan con ello. "Les hablamos del pastoreo, les incorporamos en tareas de la granja que les gusta, les mostramos el ordeño de las cabras o van con sus padres a recoger los huevos de las gallinas", señalaba en su día en un artículo que, sobre ella, publicó este diario.

Según el acta del jurado Ana Inmaculada Adeba representa los valores de una mujer emprendedora del medio rural asturiano en todas sus vertientes. Junto con la vencedora se presentaron otras 22 candidatas. El jurado destacó la importante labor llevada a cabo por todas ellas en sus distintos perfiles.

La galardonada se suma de esta forma al galardón de Mujer Rural 2020 de Asturias junto con Isabel Álvarez Rodríguez, de San Antolín de Ibias (2018) y Josefa Vega Suárez, de Carreño (2019). El jurado estuvo compuesto por Delia Losa Carballido, delegada del Gobierno en el Principado de Asturias; María Begoña López Fernández, directora general de Desarrollo Rural y Agroalimentación del Principado; Sandra Cuesta Fanjul, alcaldesa de Colunga; Nuria Meana González, del departamento de Marketing de la Caja Rural de Asturias; Flor Tuñón Álvarez, presidenta de la Asociación de Mujeres Campesinas de Asturias (AMCA); Ana Paz Paredes, escritora y periodista de LA NUEVA ESPAÑA; Kiko Urrusti, escultor y Belarmino Fernández Fervienza; presidente de la Red Asturiana de Desarrollo Rural. María de la Paz Álvarez Rosal, técnica de READER, ejerció la secretaría del jurado.

El acto de entrega del galardón tendrá lugar el 15 de octubre, dentro del marco del Día de la Mujer Rural, en el Museo Jurásico de Asturias en Colunga. La premiada recibirá también una escultura diseñada exprofeso para este galardón por el escultor y artista asturiano Kiko Urrusti.