El Consejo de Gobierno ha decidido hoy conceder la Medalla de Oro de Asturias, a título póstumo, al poleso Vicente García Riestra, fallecido en 2019, en reconocimiento a "su defensa de la democracia y sus valores". De esta manera el Principado reconoce al último superviviente español del campo de concentración nazi de Buchenwald, del que destacan su "lucha por la recuperación de la memoria histórica, ofreciendo charlas divulgativas en diversos centros educativos de España y Francia para que lo que vivió no cayera en el olvido".

Riestra llegó al campo de concentración alemán tras ser capturado por la Gestapo cuando espiaba para la resistencia francesa. Nacido en Pola de Siero, siendo un niño su familia se trasladó a vivir a Noreña y fue en la Villa Condal donde les golpeó la Guerra Civil. Su padre, Gregorio García Lavilla, fue fusilado el 4 de marzo de 1938. Dos años más tarde, con la entrada de las tropas franquistas en la Ciudad Condal, se vio obligado a cruzar la frontera con Francia, apenas con una manta para taparse que siempre conservó.

El poleso pasó más de un año en el campo de concentración, donde fue torturado junto al resto de sus compañeros. Finalmente, el 11 de abril de 1945 fue liberado y pasó el resto de su vida en Francia, donde impartió numerosas charlas en institutos relatando su historia.

En sus últimos tiempos, ya sabiéndose enfermo quiso regresar a España y en concreto a su Asturias natal acompañando a su biógrafo, Xuan Santori, quien contó sus vivencias en el libro "42.553: después de Buchenwald".

En enero de este año, el colegio Carmen Ruiz Tilve de La Corredoria (Oviedo) le concedió su III Premio por la Paz, un galardón que él agradeció posteriormente en una carta en la que escribía: "La juventud es primordial en mi lucha por la paz, son ellos los que tienen en sus manos el porvenir de las libertades y, sobre todo, de la paz. Que no se repita, que la juventud pueda disfrutar de amor y de libertad".

En su último regreso a Asturias visitó también Pola de Siero, su localidad natal, donde fue agasajado por vecinos y representantes políticos. Lo mismo que en Noreña: allí un adoquín recuerda la memoria de Riestra, fallecido en mayo de 2019. A estos homenajes se suma ahora la Medalla de Oro de Asturias de manera póstuma.