Lo decían ayer las autoridades del Principado: la región está metida de lleno en la segunda ola de la pandemia y el hecho de que en una sola semana se hubieran producido 6 fallecimientos, una cuarta parte de todos los computados desde finales de junio, daba idea de que podría empezar a intensificarse la crudeza de la pandemia.

Lo decían horas antes de cerrar la que se va a convertir en la jornada con más positivos por coronavirus desde que se iniciara la pandemia. Los datos que ofrece el Principado sobre lo sucedido el viernes indican que se detectaron 142 positivos por covid, el 4,3% de las 3.301 pruebas PCR realizadas. Aunque, eso sí, la mayoría son asintomáticos y por el momento solo precisan aislamiento domiciliario, lo que supone la gran diferencia con el momento más tenso de la primera ola de la enfermedad. Entonces las cifras altas de contagios iban aparejadas a altos ingresos hospitalarios y en las UCIs. Ayer no hubo nuevos fallecimientos ni ingresos en la UCI pero cinco de los nuevos diagnosticados tuvieron que ingresar en el hospital y seis pacientes que estaban siendo controlados desde días antes también tuvieron que ser derivados a centros sanitarios, por lo que los ingresos sumaron 11 más en un día.

Con los datos del jueves Asturias ya tenía 5.586 contagiados en su histórico de este año; 1.314 de todos ellos necesitaron hospitalización y 150 han pasado por la UCI. Los fallecidos acumulados son 356 y el número de personal sociosanitario contagiado ya es de 866 personas. A día de ayer había 17 enfermos ingresados en la UCI y 43 en plantas de hospitalización. Con las cifras del viernes, ahora los contagios totales son 5.728, y los ingresos hospitalarios pasan a ser 1.325: es decir que uno de cada cuatro enfermos ha pasado por el hospital.

A la vista de los datos cobra más importancia el mensaje que ayer trasladaba tanto el directo general de Salud Pública del Principado, Rafael Cofiño, como el jefe de Epidemiología, Ismael Huerta y el director del Observatorio de la Salud, Mario Margolles. Un mensaje para que la población asturiana extremara las medidas de protección, limitando al mínimo posible los grupos sociales y familiares de contacto para posibilitar el mejor control posible de la pandemia. En este sentido, lo que se aconseja es "la creación de burbujas sociales y entornos saludables para reforzar la protección contra el covid-19 en la segunda onda epidémica. Estas burbujas sociales permiten tener menos contactos estrechos para lograr una mayor protección, lo que redundará en un menor riesgo de transmisión de la enfermedad sin necesidad de tomar medidas más restrictivas".

Y sobre todo porque se ha visto que en la segunda oleada están siendo efectivas las medidas de resguardo de los ancianos que viven en residencias geriátricas -son solo un 1% de los infectados en esta segunda onda- y "se hace necesario una protección mayor de los mayores que no están en instituciones" y que ahora, con el contacto familiar y social, están más expuesto. Otros expertos instaban a Asturias a seguir intensificando el diagnóstico como mejor forma de control de la enfermedad.

Por otra parte, Salud continúa con el reclamo a los clientes de los dos bares del polígono industrial de Porceyo donde se ha detectado un brote y donde se sabe que 7 camareras resultaron contagiadas. En concreto se pide que quienes hayan visitado entre el 10 y el 26 de septiembre los establecimientos Vaya Bull o Bora-Bora de Porceyo, en Gijón, deben rellenar el formulario disponible en el Astursalud (https://www.astursalud.es/en/formulario-pcr) o llamar al teléfono 984 100 051. Hasta hace dos días solo habían llamado 31 personas.

Recomendaciones generales

Recomendaciones generales

La Dirección General de Salud Pública insta a la ciudadanía a evitar las actividades sociales y familiares innecesarias para impedir la trasmisión del virus y recomienda que no se relaje el cumplimiento de las medidas de seguridad: uso de mascarilla, lavado frecuente de manos, y respeto de una distancia interpersonal de, al menos, un metro y medio con personas con las que no se convive.

Asimismo, recuerda que el uso de la mascarilla es obligatorio en el Principado en las condiciones establecidas en la normativa vigente.

Salud insiste en la necesidad de que las personas pendientes del resultado de una PCR o que son consideradas contactos estrechos restrinjan su vida social, permanezcan en sus domicilios, vigilen su estado de salud y cumplan rigurosamente la cuarentena para evitar los contagios