"Lamento profundamente el espectáculo que estamos dando los políticos, porque creo que si uno cree en la protección de la salud, sería necesaria otra actitud y más en los que tenemos la obligación de gobernar". Así se expresó ayer el presidente del Principado, Adrián Barbón, al referirse a la confrontación entre el Gobierno central y la Comunidad de Madrid.

El jefe del Ejecutivo asturiano volvió a mostrarse crítico con la forma en la que se llegó a un acuerdo entre Sanidad y el Gobierno madrileño, pero explicó que votó a favor en el consejo interterritorial porque son medidas "mínimas". "Aquí afectaría sólo a Oviedo y a Gijón, pero yo no esperaría a tener 500 personas contagiadas por cada 100.000 habitantes en catorce días para implantar duras restricciones. Lo haría mucho antes".

Barbón señaló que en Asturias, tanto en la primera fase de la pandemia como en esta segunda ola, las decisiones políticas las adopta el Gobierno en función de las propuestas de los expertos en epidemiología y salud pública. Y puso como ejemplo la alerta naranja en Laviana, que luego se amplió a Langreo y San Martín del Rey Aurelio. Salud analizará el lunes los resultados obtenidos para decidir si la flexibiliza o la levanta en los tres concejos. De momento el avance de los contagios está contenido. La Corporación de Laviana ha solicitado por unanimidad al Principado "una línea de ayudas para los autónomos y las pymes" del municipio afectados por esa medida. El Gobierno local (PSOE) señaló que ha acarreado "graves consecuencias económicas para muchos negocios, que ven mermados sus ingresos e incluso han tenido que cerrar".