La empresa de transporte Alsa sufrió ayer por tercer día consecutivo daños en varios de sus autobuses, diez en este caso, en lo que la compañía define como "ataques vandálicos". Uno de los vehículos afectados ayer cubría el servicio al aeropuerto.

Desde que empezaron los ataques contra el principal grupo de transporte de viajeros por carretera han resultados dañados con desperfectos 19 autocares, 16 de Alsa y tres de la empresa Gerardo Malla, que colabora con el grupo filial de la británica National Express (NX).

Varios de los vehículos saboteados desde el viernes fueron atacados cuando circulaban con viajeros en su interior. De los diez dañados ayer, llevaban pasajeros cuatro.

Esta oleada de daños está consistiendo en la rotura de lunas traseras y laterales de los vehículos. Alsa considera que se trata de un "ataque organizado" que se produce, subraya la empresa, en víspera de la huelga indefinida convocada en Alsa Asturias por el sindicato CSI en solitario. La protesta no la respaldan ni CC OO ni UGT.

Fuentes de CSI consultadas el viernes por este diario se desvincularon de los hechos y negaron cualquier relación. "Estamos en contra de los actos vandálicos", dijo un delegado sindical.

La huelga comienza hoy y se prolongará hasta el viernes, y a partir de la semana próxima habrá paros en días alternos de lunes a viernes. CSI dice que es una huelga sin reivindicaciones salariales y por la mejora del servicio. La empresa dijo ayer que los daños a los autocares ponen en riesgo la integridad física de sus ocupantes y deterioran la calidad de servicio a los asturianos al dañar parte de la flota de vehículos.

La empresa sostiene que la huelga fue votada en una asamblea sin garantías, sin censo y con muy baja participación de trabajadores: 140 de los 450 convocados a la huelga. CSI replica que, con tales cifras, fue la asamblea de trabajadores de Alsa más numerosa que haya habido en la empresa en Asturias en al menos -matizó- las tres últimas décadas.