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IGNACIO BLANCO | PRESIDENTE DE VOX EN ASTURIAS Y PORTAVOZ EN LA JUNTA

"Si 27 diputados aprueban la oficialidad, los asturianos deben votarla en referéndum"

"El curso escolar se retrasó en Asturias sin ningún informe médico, solo por criterios políticos"

Ignacio Blanco, en la sede de Vox. IRMA COLLÍN

Nació hace 49 años en el barrio gijonés del Natahoyo, casado con una mierense tiene dos hijos, una niña de 7 años y un niño de 11 "que sufrieron ahora el retraso del curso escolar". Son los datos personales de Ignacio Blanco, licenciado en Económicas en la Universidad de Oviedo, Derecho en la UNED y postgrado en Wisconsin, que ayer se convirtió en presidente de Vox en Asturias, cargo orgánico al que llega tras ser el único de tres candidatos que obtuvo los apoyos para concurrir a las primarias de una organización con algo más de mil afiliados.

-¿Le sorprendió que el resto de candidatos no reuniesen los avales?

-Me sorprendió que la candidatura del presidente no llegase a esos avales, pero es un gran orgullo que los afiliados me hayan otorgado esa confianza y valorado la labor realizada en la Junta General.

-¿Fue complicado el tiempo de bicefalia en Vox Asturias?

-Realmente no hubo bicefalia porque el presidente del partido era Rodolfo Espina y yo me dediqué a la tarea parlamentaria. No hubo choque. Salí del órgano ejecutivo porque teníamos formas distintas de ver las cosas, como en cualquier organización. Ni interferí en las funciones del anterior presidente, ni él en las mías. Rodolfo hizo una gran labor por el partido y lo tendremos muy en cuenta en el futuro.

-¿Qué balance realiza de su primer año como diputado autonómico?

-Ha sido muy positivo desde la perspectiva humana pero también un poco decepcionante.

-¿Por qué?

-Hay demasiado sectarismo todavía en la política asturiana. Si Vox presenta algo es imposible que salga porque hay un bloque de izquierda que vota sistemáticamente contra nuestras propuestas. Han votado contra la devolución de los montes vecinales a los vecinos, por ser una iniciativa nuestra. En cambio, Vox vota a favor de propuestas de IU, Podemos o el PSOE, si las consideramos beneficiosas para los asturianos.

-¿Les hacen el vacío?

-Nos lo hacían más que nos lo hacen. Ahora que nos conocen y ven cómo trabajamos, empiezan a tenernos más respeto. Las situaciones en el hemiciclo se llevan más al extremo de lo que ocurre luego en la cafetería de la Junta y hablas con otros diputados. El debate parlamentario se teatraliza mucho. La necesidad de trasladar al exterior esa imagen de frentismo perjudica mucho a los asturianos.

-¿Cuáles son sus espectativas al frente de Vox Asturias?

-Nuestro objetivo es llegar a gobernar. Si no lo consigo y el partido considera que hay alguien mejor me retiraré y dejaré a quien pueda hacerlo mejor que yo.

-¿El coronavirus ha invadido toda la actividad política?

-Toda y es algo que le critico al Gobierno regional. Es el mayor problema que tenemos, de salud y económico, pero no el único. No puede ser que el consejero de Industria, cada vez que se le pregunta por los planes económicos, nos diga que está salvando vidas. Suena a burla cuando hay un consejero de Salud que, en términos estadísticos, está haciendo las cosas razonablemente bien como para que necesite ayuda del consejero de Industria, que mejor defendía el estatuto electrointensivo: si se aprueba con la redacción actual supondrá el fin de las inversiones en la industria electrointensiva en Asturias y su cierre masivo a medio y largo plazo.

-Valora positivamente al consejero de Salud. ¿Qué la parece la gestión del covid del Gobierno asturiano?

-Decía en términos estadísticos, no de gestión del Gobierno. No se están haciendo grandes cosas diferentes a otras autonomías. Galicia tiene un índice acumulado inferior y no cortó el tráfico en la Cornisa Cantábrica un fin de semana como sí se hizo aquí, y abrió los colegios en plazo. El Gobierno debería confiar más en la gente y no pensar que los asturianos son vasallos a los que se puede encerrar en sus casas o liberar a su antojo. Aquí el curso escolar se retrasó sin ningún informe médico. La reducción de ratios en las aulas, que da origen a los grupos internivel para mezclar a alumnos de distintos cursos, tampoco tiene su origen en informes médicos. No los he visto. Esas decisiones se tomaron con criterios políticos.

-¿Le parece mejor la gestión en Madrid?

-¿Y qué pasa con Laviana, que llegó a un pico de incidencia de 800. ¿Se hizo muy mal todo? Casualmente donde Adrian Barbón duerme todas las noches. ¿Podemos decir que su gestión es nefasta porque el pueblo donde vive tiene un índice acumulado de contagios igual al de Madrid? No es justo comparar Asturias con Madrid, la zona que más visitantes recibe de España y del extranjero.

-¿En plena segunda ola de esta pandemia, no resulta ridículo que los partidos debatan dos horas y media sobre el uso del asturiano en el hemiciclo y salgan peor que entraron?

-Me parece absurdo. Yo nunca quise hablar del asturiano aquí.

-¿Eso lo dice en serio, no?

-Nunca quise hablar del asturiano. Una mínima norma de educación es que cuando alguien no te entiende al hablar, intentas que te entiendan; no al revés y que el que no te entienda lo tenga que hacer. Vox planteó una flexibilidad porque creímos que se iba a desatascar el asunto del asturiano. Propusimos medidas muy razonables: si casi todas las intervenciones son leídas, qué problema hay en que te pasen una copia traducida. Podemos no se movió un ápice de su postura intransigente. Pero nuestra flexibilidad se acabó.

-¿No habrá más reuniones?

-No, decidiremos en cada Pleno si se suspende o no. Nosotros no negociamos con personas que actúan de mala fe. Después de salir de esa reunión, dijimos que no íbamos a montar el circo en el Pleno y no lo íbamos a interrumpir. Porque podíamos haberlo hecho. Salimos porque Podemos no tuvo ni dos días de continencia para negociar y trató de imponer su posición.

-¿No entendió a la diputada Nuria Rodríguez?

-No me quedé a escucharla porque leí la pregunta y en un par de frases ya había palabras que no entendía.

-¿Cuáles?

-Entamu no sé lo que es. Si salimos a calle ahora a preguntar qué es entamu, estoy convencido de que no encontramos a uno que nos lo sepa decir. Quiero agradecer al Presidente que su respuesta fuera en español, por respeto a las personas que no entendían íntegramente su discurso. Pero la diputada volvió a responder en asturiano. Podemos quería forzar el circo y no se lo dimos.Y para nosotros no es fácil negociar nada en el bable. Nuestros votantes no quieren autonomías ni órganos autonómicos. Para nosotros era mucho más fácil decir que no se negociaba nada desde el principio.

-¿Presentarán recurso de inconstitucionalidad?

-Nuestros servicios jurídicos lo están estudiando.El recurso depende del grupo en el Congreso. Es un asunto que llevan ellos directamente, nuestro diputado José María Figaredo está con ello.

-¿Cree que en esta legislatura se votará sobre la cooficialidad?

-Podemos quiere hacerlo en menos de un año, va a meter mucha presión. Sería un error garrafal para la sociedad asturiana con los costes que supone. Obligaría a la administración y a los funcionarios a aprenderlo y a los críos a estudiarlo. Pero la izquierda parece empeñada.

-Hay que reformar el Estatuto...

-Con 27 votos se puede.

-Pero la izquierda suma 26.

-Falta uno. Hay un diputado que está bailando y últimamente se está acercando mucho a esta línea.

-¿Habla del portavoz de Foro?

-No hablo de nadie pero se juguetea sobre este asunto sin valorar las consecuencias. Si una mayoria ficticia de 27 diputados da el paso de la cooficialidad, debería hacerse un referéndum para que los asturianos opinen. Pero eso los defensores de la oficialidad no lo quieren porque saben que lo van a perder.

-¿Cómo encaran la negociación del Presupuesto regional?

-Queremos presentar nuestras propuestas pero no sabemos si el Gobierno nos llamará. Esperemos que si lo hacen, no sea de un día para otro. Hay pocos auxiliares en los colegios de educación especial, no hay enfermeras y tenemos problemas con los más vulnerables, pero tenemos una empresa como Sedes que se traga 20 millones al año, Vipasa 9, la TPA que se traga 24 millones de euros, el Reconquista otros 2,7 millones. Hay muchos sitios donde podemos recortar para atender a los más vulnerables, Cada año se tiran 5 millones en Fundación Laboral Centro de Arte y en el Oscar Niemeyer y en la Orquesta Sinfónica del Principado dejamos cada año 6 millones.

-¿Plantea recortar todas esas partidas?

-Son recortables mientras los más vulnerables no estén completamente atendidos. No puede haber ni un euro para un museo si hay una niña con una discapacidad del 94 por ciento que no tiene un auxiliar que la ayude. Esas personas están por delante de todo lo demás y el resto son florituras. En el colegio de Latores hay 170 alumnos para 15 auxiliares. Si no hay recursos para los más vulnerables, el resto sobra y nuestra función no tiene ningún sentido.

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