La dirección nacional del Partido Popular buscará impulsar el liderazgo de Teresa Mallada como presidenta del PP asturiano al tiempo que trata de limar las fisuras internas. Por eso la intención será la de marcar un nuevo punto de partida, designando a Mallada y auspiciando la formación de un equipo que cosa el partido hasta la celebración de un congreso. La singularidad de este proceso está en que también se encuentra vacante el puesto de secretario general tras la destitución fulminante de Luis Venta Cueli. Por esa razón, la dirección nacional sopesa nombrar al tiempo una secretaría general, cargo para el que no existe, oficialmente, ningún nombre sobre la mesa.
Será una junta directiva designada hace más de dos años (bajo la presidencia de Mercedes Fernández) la que aupará a Mallada a la presidencia del partido. Ese ha sido, por ejemplo, el procedimiento elegido por Génova en el País Vasco.
El mensaje que Pablo Casado quiere trasladar es que el Partido Popular asturiano debe superar luchas internas anteriores, tiene que abordar un proceso de transición y cohesión que no se antoja que vaya a ser breve, para que pueda celebrar antes de las próximas elecciones autonómicas un congreso al que la formación llegue sin divisiones.
La previsión es que se formalice el proceso de renovación del Partido Popular asturiano en días. Está previsto que el secretario general del Partido Popular, Teodoro García Egea, se traslade a Asturias para reunir a la junta directiva de los populares y a su comité regional. La cita, no obstante, puede demorarse en función de la actualidad nacional.
Todo parece indicar que la consigna que Casado quiere que quede clara tras la designación de Mallada como presidenta, y que así trasladará el propio Egea, es que el partido firme la paz interna en torno al liderazgo de Teresa Mallada, cuya capacidad para cohesionar el PP asturiano se ha visto dificultada, precisamente, por su situación de interinidad. Pero Mallada tendrá margen de maniobra para activar comisiones y cargos que hasta ahora se han mantenido en inactividad.
El pasado lunes, Teodoro García Egea señaló el que, a ojos de la dirección nacional, forma el eje principal del PP asturiano: el tándem Mallada-Canteli, este último como cargo municipal electo más relevante en Asturias. Será precisamente esa relación la llamada a reconstruir un partido que durante demasiado tiempo ha ido generando pequeñas afinidades sin una costura común. Las divisiones en algunas juntas locales, la fractura originada tras la designación de la candidatura autonómica y los recelos internos tienen las horas contadas, advierte la dirección nacional. Y más cuando parece despejado el horizonte procesal de Mallada a la espera de la resolución final de dos recursos.
