Este martes se celebran en la Audiencia Provincial de Asturias con sede en Oviedo dos juicios por delitos sexuales de los que fueron víctima menores de edad. El más grave es el que sienta en el banquillo de la sección segunda de la Audiencia a un joven avilesino acusado de agredir sexualmente a una niña de once años, unos hechos que ocurrieron en diciembre de 2016, según indicaron a LA NUEVA ESPAÑA fuentes conocedoras del caso.

El ministerio público pide para el acusado una condena de doce años de prisión por un delito de agresión sexual a una menor de 16 años de edad. Aparte de la pena de prisión, pide alejamiento respecto a la pequeña, que hoy tiene unos 15 años, así como libertad vigilada y seguir cursos de reeducación sexual.

Por su parte, el acusado sostiene que conoció a la menor dos días antes y que tuvieron "un rollo", esto es, una relación consentida. Por este motivo, su defensa pide la libre absolución, o alternativamente una condena por abusos sexuales.

El otro caso que se juzga el martes, en la sección tercera de la Audiencia, es más complejo. Se sientan en el banquillo el padrastro de una menor, acusado de abusar sexualmente de la niña, y la madre biológica, a la que se reprocha penalmente que no hubiese hecho nada por evitar los abusos, que se habrían producido en el domicilio familiar situado en Posada de Llanera. El ministerio público solicita condenas de seis años de cárcel para cada uno de los acusados.

El caso es que los hechos ocurrieron hace ya unos cuantos años. La denunciante tiene ahora 16 años, reside en un centro de menores y están proceso de acogida. Como acusación particular está personado el Principado de Asturias. Hace tres años, cuando la menor tenía unos trece, confesó a una asistente social que había sido objeto de abusos por parte de su padrastro cuando tenía siete u ocho años. La funcionaria de Servicios Sociales dio credibilidad a los hechos relatados por la menor e informó a la Fiscalía. El Juzgado número 1 de Oviedo dictó una orden de alejamiento respecto a los padres de la menor e instruyó el caso, terminando los progenitores en el banquillo.

Los padres, que se han separado a raíz de estos hechos, niegan que se produjesen los abusos. En el caso de la madre biológica, acusa especialmente la separación respecto a su pequeña, que ya dura tres años, y posiblemente pelee para recuperar la custodia, si resulta absuelta en el juicio. En el juicio será crucial el informe del psicólogo forense que ha analizado la credibilidad de la víctima.