Europa quiere aunar criterios para que los viajeros dentro del continente sepan a qué atenerse. Después del caos que se produjo en marzo y abril con el cierre unilateral de fronteras, la Unión Europea (UE) pretende unificar los protocolos y establecer un sistema de semáforos por países y regiones para evitar confusiones.

La propuesta inicial de la Comisión lleva discutiéndose un mes y finalmente Alemania, que presidente este semestre la UE, ha elaborado un texto que deberá ser ratificado la semana próxima por el Consejo de presidentes y primeros ministros que se celebrará en Bruselas.

Según los criterios actuales España estaría enteramente en zona roja, salvo Asturias, de acuerdo con el número de contagios por cada cien mil habitantes en las dos últimas semanas. Las autoridades comunitarias están intentando por todos los medios que la coordinación entre países sea una realidad, los datos unificados y las medidas que se adopten también.

Se intenta salvaguardar como sea la libre circulación de las personas entre los 27 países que establece Schengen y que no fue respetado en la primera fase de la pandemia. Sin embargo, Bruselas carece de competencias directas sobre los temas sanitarios y, desde el punto de vista legal, solo puede proponer recomendaciones que espera que sean respetadas porque han sido consensuadas por todos los representantes permanentes -los embajadores de cada país ante la UE- en estas últimas semanas.

La Comisión prefiere que haya pruebas para viajeros procedentes de zonas rojas antes que cuarentenas, pero finalmente será cada país el que decida. Y, bajo la fuerte presión de las compañías aéreas, tratar de evitar cualquier cierre unilateral de fronteras.

La idea es que se establezca semanalmente un mapa europeo en tres colores, verde, naranja y rojo en función de tres datos: la tasa de infectados por cien mil habitantes en los últimos catorce días; el número de pruebas realizadas y la tasa de positividad de las mismas. En la actualidad cada país decide por su cuenta, y con datos no unificados, si aconseja o no el viaje a otra zona de la UE.

En los últimos días la pandemia ha avanzado rápidamente en Francia, Bélgica, Luxemburgo y los Países Bajos que superan una media de más de 150 casos diarios por 100.000 habitantes. París y Bruselas han obligado a cerrar a los bares y las cafeterías y diferentes ciudades están restringiendo al máximo las actividades que puedan extender el contagio. En Bélgica el portavoz gubernamental ha subrayado que con las cifras actuales se duplica el número de infectados cada nueve días en el país.