Los hosteleros aceptan el aumento de las restricciones por motivos de salud, que se traducen en reducir el tamaño máximo de las mesas de 10 a 6 comensales, pero lamentan "la falta de previsión" por parte del Principado. La decisión se conoció en la noche del viernes, a las puertas de un fin de semana de puente, y el sector se queja de la falta de información previa. "Nos tuvimos que enterar por los medios, cuando tenemos varios canales abiertos con la Administración", lamentó José Luis Álvarez Almeida, reelegido esta misma semana como presidente de OTEA, la patronal de la hostelería y el turismo.

La consejería de Salud publicó en la noche del viernes nuevas restricciones tras observar "la existencia de brotes vinculados a espacios y establecimientos de ocio y hostelería". La principal novedad consiste en la limitación del número de comensales por mesa, que se reduce de diez a seis y que entró en vigor ayer.

"Desde el punto de vista sanitario no tenemos nada que decir porque no tenemos los datos que han llevado a tomar esta decisión. Entendemos que se han valorado con la responsabilidad que el Gobierno está teniendo en las últimas semanas. Pero nos da un poco de agobio y de pena que no se piense en este sector, que tiene que seguir vivo", planteó Almeida. "No cuestionamos que se adopte esa medida, pero no entendemos por qué no se envió antes un mensaje a los interlocutores del sector, porque hay varios puentes abiertos y no se han usado. Hubo falta de previsión", señaló el presidente de la patronal hostelera asturiana.

OTEA se encontró de repente, en la misma noche del viernes, con las llamadas de muchos de sus asociados, desconcertados por una medida de impacto inmediato en sus negocios. "Y nuestros técnicos no podían decir nada. Hay que pensar que este fin de semana hay gente que tiene banquetes, hay gente con mesas reservadas, cumpleaños, reuniones familiares, con mesas de 10 comensales y de repente hay que cambiarlo todo. Y no pasa nada, se cambia, pero cuando el cliente te llama y tiene más información que el hostelero, se crea una desconfianza. Pedimos medidas concretas, claras y a tiempo para que no haya agobios", añadió José Luis Álvarez Almeida. Hosteleros de distintos puntos de Asturias pusieron de manifiesto "el trastorno" que supone una medida que "entraña el riesgo de cancelación de reservas cuando ya teníamos comprado el género para todo el puente".

Manuel Tiscar, del restaurante L´Alfarería de Avilés, veía "complicada" anoche la organización del local, tras el en endurecimiento de medidas. "Tenemos una reserva para diez hace tiempo, tendremos que ubicarlos lo más cercanos posible, dentro de los límites permitidos", reflexionaba este veterano del sector de la calle La Ferrería. Paco Gámez Canteli, de Casa Tataguyo, en Avilés, contaba anoche "algunas anulaciones" a cuenta de la nueva restricción. "A veces a los clientes no les gusta tener que menguar el máximo de comensales", precisó Gámez.