El chaparrón del reproche político descargó ayer sobre la consejera de Educación desde tres flancos de procedencia ideológica dispar. PP, Podemos e IU llevaron a la sesión de control al Gobierno en la Junta la misma munición proporcionada por el rosario abundante de familias que han iniciado el curso denunciando serias deficiencias en el servicio de transporte escolar. Carmen Suárez "toma nota", dijo, de los alumnos que tienen que caminar hasta su parada "por carreteras sin luz ni arcén", de los que tienen que salir de casa a las seis y cuarto de la mañana, los que salen a cuatro horas de viaje al día o los que directamente han desistido? La Consejera asumió con resignación la existencia de los problemas, particularmente graves y acuciantes en las zonas rurales que el Principado hace esfuerzos por repoblar, y prometió un "seguimiento y valoración" individualizadas, caso por caso y en comunión con el Consorcio de Transportes de Asturias (CTA), para buscar los remedios uno a uno.

Capeó así una nueva avenida de críticas en la que la oposición obligó a Suárez a replicar tres veces sobre la misma cuestión. Y aunque dijo no compartir "las versiones catastróficas" del desfile de incidencias que llevó al parlamento la diputada popular Gloria García, sí asintió a las fallas del sistema y la voluntad de poner todo de su parte para resolverla. Las que conoce y las que no. "Deben considerar que tenemos 945 rutas que transportan a 13.000 alumnos escolarizados en 204 centros", dijo, "y que las incidencias han afectado a 23, el 11,2 por ciento", algo más de uno de cada diez colegios.

La titular de Educación tiene constancia de 180 solicitudes de autorizaciones excepcionales, procedentes de alumnos de once centros educativos con dificultades especiales, pero también de que "todavía no se han recibido todas". La Consejera respondió hablando de loa problemas resueltos en Nava, Mieres o Gijón a las menciones de las diputadas interpelantes sobre las dificultades irresueltas en Riosa, Teverga, Quirós, Olloniego? "Día a día trabajamos para solventar estas cuestiones y otras que no menciona y que han sido solucionadas", respondió a la bancada popular en uno de sus turnos de réplica. Pero tuvo que volver a prometer una reforma de la muy controvertida y criticada resolución que regula el servicio, sobre todo en lo tocante a la necesidad de eliminar la condición que tolera que el domicilio del alumno se encuentre hasta a kilómetro y medio de la parada, y admite por tanto que los estudiantes tengan que recorrer a diario esas distancias. La Consejera también admitió, esta vez ante la portavoz de IU, Ángela Vallina, la posibilidad de "estudiar las fórmulas" para que el abono las "ayudas individualizadas" que se otorgan a las familias de los alumnos que residen a una distancia superior -mediante el abono del billete del transporte público o una cantidad por kilómetro- pueda pasar a efectuarse por adelantado para evitar dejar atrás a quienes no tienen posibilidad de adelantar el dinero.

Se avino asimismo a efectuar las modificaciones legislativas necesarias para afrontar las deficiencias de una resolución que margina de las ayudas, denunció también Vallina, "a los alumnos con necesidades educativas especiales de naturaleza no motórica", y como la diputada mencionó en concreto a los afectados del Sanatorio Marítimo de Gijón, Suárez se comprometió también aquí a buscar remedios, aunque "posiblemente no sea este curso. Esperemos que no se produzcan desafecciones o abandonos". A la insistencia de la oposición, en este caso de la diputada de Podemos Nuria Rodríguez, terminó redundando la Consejera: "Tenemos que modificar la resolución según las nuevas necesidades. Tenemos que ponernos a ello para que no se produzcan problemas como los que hemos visto", resaltó. "Le digo que hagan, no que lo intenten, porque el curso ya ha empezado y no podemos seguir vulnerando los derechos", cerró la parlamentaria morada.