El Principado prevé recortar la campaña de vacunación contra la gripe para su personal a solo 240 empleados públicos, cuando en años anteriores lo hacía con miles de trabajadores, sobre todo los que estaban en servicios de atención directa y al público, o en contacto con niños o mayores. El motivo de esta rebaja es que este año, a causa de la pandemia, todas las vacunaciones de los funcionarios tendrán lugar en el ambulatorio de La Lila, en Oviedo, y no en el Edificio de Servicios Múltiples de Llamaquique (EASMU) o en el salón de actos de la Consejería de Hacienda, en la calle Hermanos Pidal. El sindicato CSIF expresa su rechazo a esta medida que, advierte, "saturará aún más la atención primaria".

El servicio de Prevención de Riesgos Laborales, que depende de la Dirección General de la Función Pública, acaba de ultimar una propuesta de calendario para la campaña de vacunación entre el personal de las consejerías del Principado, que, en principio, prevé la vacunación de 24 trabajadores en cada una de las diez consejerías autonómicas. En total, 240 empleados, ya sean laborales o funcionarios, serían vacunados este año, según ese calendario, cuando el año pasado y en campañas anteriores "se vacunaron miles de trabajadores de la Administración", comenta Sergio Peña, presidente de CSIF en Asturias.

La campaña empieza el próximo lunes y abarcaría hasta el 30 de este mes. La programación de Función Pública indica que "se irán asignando nuevos días con más huecos, en función de la demanda", pero Peña considera que esa previsión "es escasísima, si se tiene en cuenta que la plantilla de las consejerías es de 11.000 trabajadores y los precedentes" de vacunaciones en campañas anteriores. El servicio de Prevención de Riesgos Laborales ha emitido un aviso donde especifica que los trabajadores que tengan algún factor de riesgo, bien de manera personal o en su ámbito familiar, "pueden vacunarse en Salud Laboral o en su centro de salud". El sindicato CSIF sostiene que la campaña de vacunación debe llegar, como venía siendo habitual, "a todos los trabajadores de atención directa al público y también para los conductores, el personal que trabaja con mayores, con menores y con colectivos de riesgo". Peña subraya que el desvío del personal público, que en años anteriores se venía vacunando en la campaña interna, a los centros de salud aumentaría los colapsos en atención primaria, "que bastante carga de trabajo tiene ya en la situación de pandemia actual".