Después de muchos días de aumentos muy discretos, la cifra de enfermos de coronavirus en las unidades de cuidados intensivos (UCI) de Asturias se incrementó ayer de forma muy considerable, y pasó de 24 a 32, según los datos difundidos por la Consejería de Salud. Con el fin de hacer frente a la subida de ingresos que se prevé para las próximas semanas, el Servicio de Salud del Principado (Sespa) ha desarrollado la red regional de boxes destinados a enfermos críticos. De esta manera, el volumen global de plazas públicas puede llegar hasta 248, una cifra muy superior al tope de 204 que se logró en la primera oleada de la pandemia (dato que incluía 10 camas en el Centro Médico de Asturias).
La progresión de recursos para enfermos críticos ha sido muy llamativa. La sanidad asturiana comenzó la pandemia con 93 camas de UCI. A lo largo de las semanas sucesivas de la primera oleada del covid, se alcanzaron 204, gracias al material del que ya disponían los centros públicos y al que cedieron los concertados y las clínicas privadas. Sin embargo, los peores presagios no llegaron a cumplirse y la primera fase del azote pandémico no fue tan cruel como llegó a temerse: solo 129 enfermos requirieron vigilancia intensiva antes del inicio del verano.
En este tiempo, el Servicio de Salud del Principado (Sespa) adquirió respiradores invasivos y no invasivos, y en el momento actual la red sanitaria pública (solo la pública) puede llegar a disponer de 248 camas de UCI con respiradores y monitores si se destinan a este uso las camas de las unidades de las que están dotados varios centros hospitalarios de la región. El Sespa dispone de 397 respiradores invasivos y 170 no invasivos para adultos, así como de 24 pediátricos.
La Consejería de Salud notificó ayer 198 nuevos infectados de coronavirus diagnosticados el jueves, con una tasa de positividad del 4,7 por ciento. De esas personas, 11 han precisado ingreso hospitalario, lo mismo que otras 14 cuyo contagio se había identificado días atrás. Que en un solo día ingresen 25 enfermos es un dato muy elevado, al igual que el correspondiente a las entradas en UCI.
Todos los datos aportados indican a las claras que el proceso pandémico está sufriendo una aceleración considerable en el Principado. De hecho, si se observa la comparativa por comunidades autónomas, se deduce que el aumento de la incidencia acumulada en los últimos siete días con relación a la semana precedente es de los más acusados de todo el país.
Anteayer se registró el fallecimiento de una mujer de 96 años, usuaria de un centro residencial sociosanitario. La región suma 371 víctimas mortales por coronavirus, según el criterio empleado por el Ministerio de Sanidad (más de 450 según la Consejería de Salud).
El municipio de Ponga ha dejado de estar en alerta naranja, puesto que desde hace ocho días no registra positivos, y en San Martín del Rey Aurelio se mantendrá esta medida hasta el próximo miércoles, al constatar los expertos que esta semana se han detectado 52 nuevos casos. También continúan en alerta naranja Avilés, Gijón, Mieres y Lena, así como la localidad ovetense de Trubia.
El colegio llanisco Peña Tú ha registrado su primer positivo desde el inicio del curso. El caso se ha producido en un aula de Infantil y todos los alumnos de la misma, veinte en total, han sido aislados en sus domicilios. A media mañana de ayer los padres acudieron a la llamada del centro para recoger a sus hijos, de tres años, evitar el contacto y activar así los protocolos establecidos para no propagar el virus. El positivo se detectó ayer viernes, después de que el jueves el afectado tuviera décimas de fiebre.
