En la línea contraria a los pescadores, los ecologistas consideran que la política del Principado es demasiado permisiva y plantean más restricciones, como la pesca sin muerte de salmón, para afrontar "el franco retroceso de las especies en nuestros ríos". Las autoridades regionales apuestan por el continuismo, aseguran los conservacionistas, y "deberían ser valientes".

A la hora de analizar con detalle el borrador que está encima de la mesa, la Coordinadora Ecologista censura que se siga permitiendo la pesca de tres salmones por pescador, sin diferenciar por cuencas, "a pesar de que en algunas ya ni se pescan, como en el Esva, y pese a la significativa reducción en el Eo". Frente a esto, los ecologistas creen que la única alternativa debería ser la captura y suelta de ejemplares durante toda la temporada.

Mejor acogida recibe la reducción del número de truchas de 6 a 3 por pescador y día, ya que era una de las reclamaciones. Sin embargo, matizan que las capturas deberían ser hasta una talla de 35 centímetros, teniendo que soltar las mayores. Además, la Coordinadora reclama que tres cotos parciales de cada cuenca pasen a ser libres de captura y suelta y pide que se imiten las limitaciones de Castilla y León ante la evidencia de que "la trucha va en fraco retroceso".

Entre las medidas que proponen los conservacionistas se incluye la "suspensión inmediata de las repoblaciones por no estar avaladas por ningún estudio científico publicado en ninguna parte del mundo y suponer un problema añadido más a la biodiversidad de los ríos". Se trata de uno de los puntos de mayor fricción con las sociedades de pescadores, que realizan abundantes sueltas durante los últimos años.

Para los ecologistas, "si no se toman medidas valientes y radicales, tanto a corto plazo como de futuro, se está poniendo en peligro especies emblemáticas como el salmón, y este a corto plazo".