El Principado avanza en su plan para recuperar la población de oricios en el litoral asturiano, cuya extracción lleva vedada desde el 2016 al percibirse un peligroso descenso de ejemplares. Por este motivo, la Consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial llevará a cabo mañana lunes una nueva repoblación de erizos de mar con la suelta de más de 12.000 juveniles en la playa de Campiecho, en Valdés.

No es la primera actuación de este tipo en el pedrero valdesano. Se trata de la tercera suelta que se realiza en lo que va de año -las anteriores fueron en julio y septiembre-, con lo que el número total de oricios reintroducidos en la zona supera los 31.000, según aclaró ayer el director general de Pesca Marítima, Francisco González.

Este proceso se realiza con erizos de ocho meses de edad y un diámetro de 10 a 20 milímetros e implica a otro punto del litoral occidental asturiano, dado que los oricios han sido cultivados previamente en el criadero del Centro de Experimentación Pesquera de Castropol.

La extracción de estos equinodermos está vedada desde 2016 tanto para mariscadores profesionales como recreativos. De hecho, el pasado mes se prorrogó la prohibición de forma indefinida hasta que se constate la recuperación de esta especie, algo que el Principado aún no da por hecho pese a las sucesivas operaciones de cultivo y suelta en pedreros.

Sin embargo, estas repoblaciones se remontan incluso más atrás en el tiempo respecto a la veda, dado que comenzaron hace más de una década. Forman parte de las actuaciones experimentales que se vienen realizando para potenciar la recuperación. A ellas se suman los muestreos que se realizan en distintos puntos de la costa asturiana para conocer la evolución de la especie y en base a los cuales el Principado emite estudios que concluyen que la especie todavía no se encuentra en un estado de recuperación óptimo como para que la actividad extractiva pueda volver a retomarse por parte de pescadores.

Desde 2009 se ha quintuplicado el número de ejemplares soltados anualmente, al pasar de los 5.700 en ese año a los 31.000 en 2020. En total, la reintroducción de ejemplares asciende a unos 148.000 juveniles en los concejos de Castropol, Tapia de Casariego, Valdés y Cudillero, todos procedentes del criadero del CEP de Castropol, del que depende la repoblación en la costa asturiana de un manjar de la gastronomía regional.