El incremento de casos positivos por covid-19 de las últimas semanas, hasta alcanzar cifras récord en Asturias desde que se inició la pandemia, hace temer a los hosteleros que el presidente del Principado, Adrián Barbón, cumpla con sus amenazas y decida en los próximos días el cierre de sus negocios, como en Cataluña, o al menos reducirles aún más las horas de apertura, obligándoles a adelantar el horario de cierre a las diez de la noche, como, por ejemplo, en Granada. Los empresarios del sector consultados coincidieron en que solo ese adelanto "sería la puntilla. Muchos tendrán que cerrar y no podrán volver a levantar la persiana", concretó uno de ellos.
Los hosteleros asturianos viven conteniendo la respiración. Una cosa es que "entiendan" que las autoridades sanitarias planifiquen medidas para evitar contagios y otra verse permanentemente en el centro del huracán, como "ha ocurrido desde el inicio de la pandemia". El retorno a la fase 2 de la desescalada, aunque sea "adaptada", ya supuso un "mazazo" para el sector con la prohibición de servir en las barras de los bares. Esa medida se suma a las restricciones en el aforo, a que no puede haber más de seis personas en la mesa y el descenso de temperaturas para estar de noche en la terraza. Las pérdidas ascienden a "miles de euros al mes". Uno de los empresarios consultados hizo un cálculo rápido y aseguró que este fin de semana dejó de ingresar unos 800 euros. Son miles al mes. "Ya estuvimos tres meses parados y ahora con restricciones. No ganamos para pagar los recibos. Y si restringen más los horarios y nos obligan a cerrar antes, apaga y vámonos", aseguran.
El sector reclama un plan específico con ayudas, porque los acuerdos suscritos hace un mes entre la patronal CEOE, los sindicatos y el Gobierno para ampliar los ERTE no sirven. "Es que no hay ingresos para pagar los recibos, y el que tenga un crédito ICO tiene que pagarlo. Nos llevan a la ruina", aseguró un hostelero avilesino.
