La ventilación frecuente de las aulas para espantar al covid genera los primeros catarros en colegios e institutos de la región. Los equipos directivos de algunos centros educativos reconocen que en las últimas semanas han detectado un repunte de los resfriados tanto entre el profesorado como entre el alumnado, como consecuencia de tener que abrir las ventanas entre clase y clase. Esos constipados también han generado "mosqueos" a los responsables de centros, creyendo que los dolores de garganta y la mucosidad podían ser compatibles con el coronavirus.
Siguiendo las instrucciones de la consejería de Educación, los centros están ventilando entre cinco y diez minutos las aulas entre clase y clase y, en algunos casos -según lo que establezca su propio plan de contingencia-, también imparten las materias con puertas o ventanas abiertas. Los docentes aseguran que "a ratos se pasa frío", sobre todo cuando las temperaturas bajan en picado, como sucedió con la borrasca "Álex". Lo peor, no obstante, está por llegar.
"Sin que sea algo exagerado, sí que se están notando más catarros", afirma Simón Cortina, director del colegio Corazón de María de Gijón (Codema) y presidente de la patronal de la concertada Escuelas Católicas. "Entre el alumnado y el profesorado hubo dolores de garganta estos días atrás que estuvo tan frío", asegura en la misma línea Miguel Marcos, director del colegio Montedeva de Gijón. Elisa Fernández, responsable del colegio La Gesta de Oviedo, confirma que "se están detectando más catarros y resfriados" en su centro, pero también, señala, "porque hace mucho frío en general". "Es la época típica de catarros, yo no me preocuparía en exceso por ello", añade. Por su parte, los directores del colegio Jovellanos de Gijón, el instituto de Pravia y el colegio Condado de Noreña no han apreciado un repunte de resfriados.
En relación a ello, al sindicato docente CC OO le han llegado consultas del profesorado sobre si deben mantener la misma frecuencia de ventilación de las aulas, a pesar de que el frío apriete.
