Después de un fin de semana con la curva epidémica disparada, lo que se ha traducido en 742 nuevos infectados en solo tres días, Asturias parece abocada a la adopción de medidas más restrictivas para contener el coronavirus. El Principado notificó ayer al Ministerio de Sanidad 255 nuevos casos diagnosticados el domingo. La acumulación de contagios es intensiva, pero ahora confluye un factor adicional: una tasa de positividad muy elevada. De las 3.146 personas que anteayer se sometieron a una prueba PCR en la región, el 8,1 por ciento dieron resultado positivo. Estaban infectadas de coronavirus. La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que un índice por encima del 5 por ciento indica que la pandemia no está bajo control.
¿Qué se respira en los despachos del Gobierno regional? Principalmente "preocupación", según indicaron a este periódico fuentes del Ejecutivo. Las autoridades sanitarias manejan la tesis de que los principales focos de contagios son las reuniones de personas en ámbitos de la hostelería y otros espacios cerrados. Con el matiz de que se trata de situaciones en las que "no se cumple con los protocolos de seguridad e higiene". Por eso no se descarta, tras el retorno a una fase 2 de carácter "light" la semana pasada, que el Gabinete que preside Adrián Barbón adopte nuevas medidas -y más restrictivas- en los próximos días. El Gobierno está dispuesto a sopesar cuantas limitaciones pueda ejercer desde su competencia, si bien algunas medidas que impliquen otras restricciones a la movilidad deberían contar con el respaldo del estado de alarma.
Burbujas sociales. El Gobierno de Asturias difundió ayer un comunicado con un llamamiento perentorio: "Las autoridades sanitarias recuerdan a la población que se está viviendo una situación crítica, con un incremento de las hospitalizaciones y de personas en estado grave, así como un aumento de los fallecimientos". Ante esta tesitura, instan a la ciudadanía a que "forme burbujas sociales para frenar el aumento de los contagios, que se están produciendo especialmente en los encuentros privados entre familias y amistades". Como es bien conocido, la recomendación de las burbujas busca limitar a unas seis personas -cifra orientativa- del ámbito familiar el grupo con el que cada uno se relaciona de forma estrecha y sin mascarilla.
Los mayores de 65 años. Otro polo de preocupación son las personas mayores de 65 años o con patologías crónicas "que viven fuera de los entornos residenciales". Desde la Consejería de Salud se estima que los mayores que viven en residencias se hallan bajo un estricto control de movimientos y relaciones, y también sujetos a pruebas PCR cada vez que se detecta un contagio de otro residente o de un trabajador. Mayor temor suscitan las personas de edad elevada que viven solos o con sus familias, a quienes Salud encarece que "extremen las medidas de protección y seguridad, y eviten espacios cerrados, actividades grupales y encuentros en lugares cerrados". Con la aplicación de la fase 2 modificada, está prohibido el consumo en las barras de negocios de hostelería y restauración. Además, el aforo en las mesas de dichos establecimientos se limita a seis personas. Tampoco está permitida la venta de alcohol a partir de las diez de la noche en gasolineras y comercios minoristas. Y no se podrán celebrar fiestas relacionadas con el otoño en toda la comunidad.
